Sufrir una violación es algo que ninguna mujer debería vivir. Pero el trauma no acaba aquí. Continua cuando los prejuicios, los estereotipos y la violencia institucional se ceba con ellas. Un camino lleno de piedras en el que al final, son las víctimas las que son tratadas como culpables.
Este es el mensaje que transmite Amnistía Internacional con su nueva campaña #NoMásPiedras para reflejar los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual a la hora de denunciarlo o incluso de acudir al hospital a tratarse.
Denuncian y quieren resaltar a través de esta campaña la falta de servicios especializados o prejuicios de los profesionales que atienden casos de violencia sexual en hospitales, cuerpos de seguridad o juzgados, que más que ayudar y facilitar los trámites que este tipo de violencia ocasionan y saber tratar a las víctimas a sobre llevar su trauma, ponen piedras y trabas contra las que luchan muchas mujeres a diario.
Desde su web hacen manifiesto de los temas que más les preocupan con la consigna «no lo consiento»:
Y NO LO CONSIENTO:
No consiento que miles de mujeres y niñas sufran violencia sexual, y mucho menos, que, además, tengan que enfrentarse a un camino lleno de obstáculos, de piedras.
No consiento que si mi hija sufre el horror de ser violada, encima sea interrogada durante horas en la policía y tenga que escuchar frases como: “¿Qué ropa llevabas?”.
No consiento que si mi pareja, mi hermana o mi amiga sufre una agresión sexual, le digan: “no importa, márchate, eso no es nada” o “aquí no te podemos atender” cuando acuda en busca de asistencia médica.
No consiento tener que aguantar que jueces y fiscales traten a las agredidas como agresoras.
No consiento que haya mujeres que teman denunciar a su agresor por el terror a sentirse señaladas de antemano.
No consiento que no se crea a las mujeres violadas, que su palabra sea cuestionada, que sean ellas las juzgadas y no los violadores.
No consiento ni una sola agresión más, ni una sola humillación más, ni una sola piedra más en el camino de las mujeres que sufren violencia sexual.
No consiento que se crea que la violencia sexual es solo una cosa de mujeres porque nos afecta a todos y a todas: seres queridos, familias, parejas, hijos, hijas, amigos…
Quiero una sociedad y unas instituciones que tengan claro que ante la violencia sexual hay DERECHOS:
El derecho a acudir a la policía y a ser informada y atendida sin prejuicios.
El derecho a ir a cualquier hospital y recibir la atención adecuada.
El derecho a una justicia libre de estereotipos y revictimizaciones.
Mayor visibilidad
Amnistía Internacional señala que «la ausencia de iniciativas públicas, como campañas de prevención; la falta de servicios especializados; o la inexistencia de especialización de las personas que atienden a estas mujeres y niñas, abren un camino lleno de obstáculos para aquellas que deciden denunciar y además, si unimos la persistencia de prejuicios discriminatorios que ponen en duda la credibilidad de sus testimonios, los derechos de mujeres y niñas víctimas de violencia sexual se tambalean».
