El zika sigue siendo un gran desconocido a pesar de haber afectado a más de 75 países en la epidemia de 2015. Ahora, unos últimos estudios que incluyen datos genómicos, obtenidos de pacientes infectados y mosquitos Aedes aegypti (vectores de la enfermedad), permitieron a los equipos de científicos reconstruir por primera vez la propagación del virus en América del Sur y Central, el Caribe y en el sur de Estados Unidos.
Se ha confirmado que el virus circuló muchos meses antes de ser detectado. En el primero de los estudios, los investigadores del Scripps Research Institute, en California, secuenciaron 39 nuevos genomas de pacientes infectados y mosquitos para entender mejor cómo y cuándo se introdujo el virus en EE UU. Los expertos rastrearon casos del virus desde su primera detección en Miami (Florida). Sus análisis filogenéticos mostraron que fue introducido por lo menos cuatro veces en el Estado y que la mayoría de estas introducciones estaban vinculadas a viajes desde el Caribe.
En otros estudios, liderados por Oliver Pybus, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y Pardis Sabeti, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se reconstruyó la propagación en Latinoamerica. Los científicos encontraron que el noreste de Brasil tuvo un papel crucial en el establecimiento de la epidemia y la propagación del virus en las Américas. Mientras que en el trabajo de Pybus secuenciaron 54 genomas –en su mayoría del noreste de Brasil–, en el de Sabeti secuenciaron 110 genomas recogidos de 10 países distintos.
El análisis de la Universidad de Oxford sugiere que el zika estaba circulando en Brasil alrededor de febrero de 2014, un año antes de que las primeras infecciones confirmadas de la nación fueran reportadas. Del mismo modo, el virus llegó a Colombia, Honduras, Puerto Rico y otras partes del Caribe de 4,5 a 9 meses antes de la primera infección local confirmada.
Los resultados aparecen ahora, meses después del pico del brote, porque la secuenciación ha sido un reto, sobre todo el análisis a partir de muestras de pacientes.
El virus está presente en niveles muy bajos en los afectados y desaparece rápidamente. De ahí que hasta ahora se hubieran conseguido tan pocos genomas.
El zika sigue siendo hoy una importante amenaza para la salud pública en los países y regiones afectados, por lo que resulta necesario continuar vigilando e investigando el virus.