El Ayuntamiento de Colmenar Viejo en colaboración con Interbús – la empresa encargada de prestar el servicio de los autobuses interurbanos y urbanos en el municipio- ha organizado un Servicio especial de autobuses gratuito el 31 de octubre y 1 de noviembre para acercar a los vecinos a los dos cementerios del municipio con motivo del Día de Todos los Santos.
El Servicio incluye paradas en las cuatro residencias del municipio (Residencia de la Comunidad de Madrid, Residencia AMMA, Residencia Valdeluz y Residencia de La Soledad) para facilitar los desplazamientos a las personas mayores hasta los camposantos.
Paradas del recorrido
El Servicio tendrá las siguientes paradas: Residencia de la Comunidad de Madrid, Santa Teresa, Residencia AMMA, Residencia Valdeluz, Cementerio de Santa Ana, Residencia La Soledad, Cementerio Viejo, Avenida de La Libertad y Sanz Rosa.
Servicios cada 30 minutos
Concretamente, el Servicio que se prestará el 31 de octubre tendrá un horario de 16:00 a 20:00 h, con una frecuencia de paso cada media hora. El 1 de noviembre tendrá horario de mañana y de tarde, de 10:00 a 14:00 h y de 16:00 a 19:00 h, también cada 30 minutos.
La policía local regulará el tráfico con el fin de que los autobuses cumplan la ruta
Además, Policía Local activará un dispositivo especial con el fin de dar cobertura al Cementerio de Santa Ana, el conocido también como el Cementerio Nuevo, para regular el tráfico en las inmediaciones, evitar molestias y problemas de aparcamiento y garantizar que la zona de paradas de este Servicio especial estén libres de vehículos y los autobuses puedan realizar con normalidad su ruta.
El día de todos los Santos
El 1 de noviembre es la fecha del Día de Todos los Santos, celebración de origen católico en honor de los santos. Según se recoge en la historia, la iglesia primitiva solía conmemorar la muerte de los mártires en el propio lugar de la ejecución. La iglesia, convencida de la necesidad de venerar a sus santos decidió fijar un día común para venerar a todos, incluyendo así a los santos conocidos y a los desconocidos. A mediados del siglo IX, el papa Gregorio IV fijó el 1 de noviembre como día de veneración y lo extendió a toda la iglesia.