Un medicamento puede no actuar de la misma manera en un hombre que en una mujer. La razón es la existencia de variables diferentes como las hormonas, que pueden cambiar el efecto de los fármacos.
A la hora de realizar un ensayo clínico las mujeres suelen ser excluidas, siendo los hombres los que realizan la prueba. Esto ocurre porque se cree que los resultados son igual de eficaces en ambos sexos. Sin embargo, diferentes estudios demuestran que puede no ser así. Existen variables que pueden afectar a los efectos de un fármaco según el sexo.
Un artículo publicado en Cell Metabolism argumenta que existen variables como las hormonas que pueden modificar el potencial terapéutico de los fármacos. Además de las diferencias cromosómicas entre las especies existen también entre el hombre y la mujer. Los estrógenos y la progesterona, hormonas del ciclo menstrual de la mujer, pueden hacer variar los resultados de las investigaciones de fármacos en animales. de aquí que los investigadores suelan excluir a las hembras de los estudios. Sin embargo, se obvia que estas hormonas están implicadas en todos los procesos biológicos, como la sensibilidad a los ácidos grasos o la capacidad para metabolizar azúcares. Estas diferencias deberían considerarse en todo ensayo clínico.
Medicinas personalizadas
Tanto para hombres como para mujeres lo ideal seria la posibilidad de tener fármacos personalizados a cada persona, en función de su sexo y sus necesidades.