El cáncer de páncreas será el segundo más mortal en 2020 por detrás del de pulmón. Los afectados y expertos reivindican más inversión en la investigación de este agresivo tumor, así como la creación de un protocolo de diagnóstico precoz, ya que uno de los grandes problemas del cáncer de páncreas es la dificultad para diagnosticarlo.
6.300 casos de cáncer de páncreas se diagnostican en España cada año. Es el de páncreas el único de los tumores malignos que ha aumentado en mortalidad en los últimos años. La supervivencia después de 5 años es de un 5 por ciento. Este dato predice que en 2020 se convierta en el segundo con más muertes, sólo por detrás del de pulmón.
El tumor en el páncreas se caracteriza por su agresividad, ya que al 90% de los pacientes operados se les reproduce de nuevo. Además, es difícil de diagnosticar, pues el 80% de los casos son descubiertos en fases muy avanzada que ya no se pueden operar.
Tras el tardío diagnóstico, el índice de supervivencia es muy bajo. La media de los pacientes no sobrevive más de 6 meses y solo 1 de cada 4 supera el año de vida.
Además, los expertos advierten: los afectados aumentarán y en unos años se diagnosticarán 9.000 casos anuales. Mientras que la esperanza de vida seguirá estancada.
Romper el silencio
«No damos con su talón de Aquiles y necesitamos investigar más», ha denunciado el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Alfredo Carrato. Con el objetivo de darle visibilidad a esta enfermedad se ha creado la primera asociación española de pacientes con cáncer de páncreas (Acanpan). El objetivo según Carmen Delagado, su presidenta, es «romper el silencio» sobre la enfermedad y conseguir más inversión en investigación.
Y es que, según apunta Carrato, no se ha progresado ni en diagnóstico ni en tratamiento en 20 años. Solo 3 de los 33 medicamentos experimentales han sido aporbados y son cañificados de «armamento muy escaso» por el jefe de Oncología del Ramón y Cajal. Denuncia también la falta de inversión en el cáncer de páncreas frente a otros tumores como el de mama.
Objetivos para mejorar
Lo primero es el diagnóstico, que es mejorable, según Carrato. Desde que se desarrolla el tumor hasta que se diagnostica pueden pasar 10 años inadvertido. Esto significa que un 25% de los afectados esté sin diagnosticar.
Puesto que no se han identificado todavía marcadores en sangre que revelen la presencia de la enfermedad, los expertos creen que lo mejor es identificar a la población de riesgo y someterles a una ecoendoscopia.
Además, en el camino hacia un mejor diagnóstico se encuentran los médicos de Atención Primaria que, ante un dolor abdominal, pérdida de peso o detección de diabetes deberían activar sus alertas. De hecho, entre las reivindicaciones de la asociación se encuentra la creación de un protocolo de prevención primaria y secundaria.
