La magia del Hayedo de Montejo en verano

El Hayedo de Montejo es un clásico de las visitas de otoño en Madrid, pero al llegar los calores del verano muy pocos se acuerdan de este fantastico lugar de la Sierra Norte, aunque los calores esconden todo un mundo mágico cargado de vida.

Julio es el mes más caluroso y seco del año.  Julio normal, seca todo manantial. En el Hayedo y en la Sierra del Rincón el refrán se cumple, por más que en los últimos años, la segunda quincena de junio intente quitarle el mérito. En este  julio las temperaturas han sido bastante altas, incrementándose progresivamente desde valores suaves de los primeros días (el 3 disfrutamos de una máxima de 15ºC) hasta los 29,5ºC del día 20. Sin embargo las mínimas han mostrado la peculiaridad de este bosque, con datos que prácticamente no han sobrepasado los 10ºC y unos sorprendentes 4ºC del día 13. Otros detalles en los que comprobar el refrán son el acusado descenso del caudal de Jarama y el aspecto polvoriento y seco del suelo del Hayedo, visible en zonas removidas.

© Andres Bermejo
© Andres Bermejo

Tormentas reparadoras…

Las  tormentas  de finales de mes han tenido un efecto reparador y en muchas ocasiones hemos comentado entre nosotros ¡cómo le lava la cara al monte la lluvia en verano! Muchas consecuencias son visibles: el Jarama ha recuperado temporalmente su rumor; musgos y líquenes han verdeado troncos y rocas; la hierba ha experimentado otro empujón de crecimiento, de la mano de un suelo que vuelve a estar algo húmedo… Otras no son tan notables, pero también las contempla el refranero:  La lluvia de julio hace madera, posiblemente refiriéndose a que estas precipitaciones pueden impedir el letargo estival de muchos árboles que siguen con su crecimiento. Esta prórroga en el estrés hídrico no ha sido tal en otros deterioros de las hojas, que ahora están en buena parte comidas, agujereadas, descoloridas o con agallas y excrecencias,    producto de la actividad de los numerosos seres vivos que dependen de ellas.

Libélula

La floración tiene pocas noticias en julio,  y además sigue  pareciendo acelerada. Por ello, los martagones están ya en fruto, al igual que otros representantes  de estas fechas. Únicamente la hierba de Santiago (Senecio jacobaea) con su inevitable mariposa acompañante (Tyria jacobaeae), el matalobos amarillo (Aconitum vulparia) y algunas clavellinas (Dianthus sp.), éstas en los claros más soleados, ha florecido con puntualidad.Los animales siguen aprovechando esta estación de bonanza y son fáciles de descubrir sus indicios. Nos parecen llamativos los arrendajos, recorriendo todo el bosque en grupos familiares, más escandalosos de lo habitual. Este comportamiento se debe sin duda a que los progenitores están en pleno proceso de emancipación, intentando “espabilar” a sus crías, que reclaman insistentemente la ceba que no reciben. También nos ha llamado la atención el comportamiento de la oruga de la Eupithecia pulchellata, una polilla ligada a las flores de la dedalera, que cierra con seda para construirse su refugio.

Azores, zorzales y lagartijas serranas…

Las lagartijas serranas han realizado una nueva puesta en la Explanada de los Temblones, quizás reemplazando las  que fueron expoliadas. Cuando acaban de desovar no abandonan por completo el lugar y su obsesión es llamar la atención de las posibles amenazas a su descendencia, lo que las lleva incluso a subirse por nuestras botas. Y en una de las sendas presenciamos el ataque de un azor a un zorzal charlo (Turdus viscivorus), que consiguió escapar “zambulliéndose” en un brezal. Con el azor esta estrategia no siempre es exitosa, ya que puede entrar en la espesura con  igual decisión que sus presas.

Zorzal Charlo

Tejones, libélulas y caballitos del diablo

Y seguimos teniendo indicios de la actividad de los tejones. Los últimos,la excavación de las raíces de una de las grandes hayas de la Explanada del Haya de la Roca. Los restos de un avispero indican claramente su objetivo.El verano es una buena ocasión para contemplar libélulas, cuyas camisas adornan piedras y plantas junto al río, y caballitos del diablo. Es fácil descubrir sus características distintivas, sobre todo el colorido y la disposición de las alas, perpendicular al tórax en las libélulas y retrasada en los caballitos. También lo es para admirar las mariposas, de las que la Sierra del Rincón cuenta con una gran cantidad de representantes; ¡más de un centenar de diurnas! Las inmediaciones del río sonen estas fechas lugar ideal para el cortejo de la medio luto ibérica (Melanargia lachesis).

Recibid un abrazo y hasta vuestra próxima visita, para la que tenéis que recordar que menos de la mitad de las plazas se reservan, con lo que el resto está disponible para entregar en el Centro de Recursos por orden de llegada.

Fotos: © Juan Carlos Bermejo y Andres Bermejo

Doc y Textos:  equipo educativo del Centro de educación ambiental Hayedo de Montejo

 

Angel Sánchez Carbonell
Angel Sánchez Carbonell
Ángel Sánchez Carbonell - Director de Crónica Norte. Desde hace 34 años dedicado profesionalmente a la información y entretenimiento (TVE, Onda Cero, Tele Cinco, COPE...) Pero ante todo: un enamorado de la geografía de la península Ibérica. Montañero y aficionado a la gastronomía y la enología. Cuando la vida me lo permite señalizo caminos naturales como Técnico de Senderos de la Escuela Española de Alta Montaña. (EEAM) Pero sobre todo me pierdo por ellos...

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