Las pajitas no solo son malas para el medio ambiente, también para la salud

Las pajitas o cañitas para beber son un instrumento utilizado principalmente durante la infancia y aunque resulten originales y festival también hay que destacar que no son nada sostenibles: millones de pajitas de plástico se desechan cada día en todo el mundo, causando un gran impacto en el medio ambiente.

Continua guerra contra el plástico

Por eso hay muchas campañas en marcha que apuestan por su prohibición, fomentando alternativas menos contaminantes, como ocurre con las bolsas, platos, vasos o cubiertos de plástico. Pero a pesar de ser un añadido a las millones de toneladas de plástico que invade el planeta, hay que tener en cuenta que también producen problemas de salud.

En Estados Unidos ya hay varias ciudades que han prohibido la venta de pajitas de plástico y algunas compañías como McDonald’s en Reino Unido parecen comprometidas con un problema del que tienen gran parte de responsabilidad. Bruselas también quiere tomar cartas en el asunto y hace poco presentó una serie de medidas para combatir los desechos plásticos. En España, Baleares se ha adelantado con su propio anteproyecto de ley de Prevención de Residuos.

Gases, hinchazón y malas digestiones

Al beber de estos tubitos de plástico es inevitable que se introduzca aire en el sistema digestivo. Esto no ayuda en absoluto si tenemos tendencia a sufrir hinchazón y gases, y puede incluso dificultar la digestión normal de los alimentos. Además, estas pajitas son usadas en la mayor parte de los casos para beber refrescos azucarados y con gas, lo que dificulta aún más la digestión.

En cuanto a los refrescos, al ingerirlos de este modo hay mayor tendencia a consumir mucho más y más rápido, sin ser del todo conscientes. Y esto lleva a que es más fácil caer en la ingesta excesiva de azúcares o bebidas poco recomendables si se toman con pajita, lo cual también es muy perjudicial para la salud.

Exposición a contaminantes plásticos

A pesar de que las pajitas tienen que cumplir con la normativa vigente en cuanto a materiales aprobados para uso alimentario, hay evidencias que apuntan a que el polipropileno con el que se fabrican se puede filtrar a líquidos en ciertas condiciones.

De esta forma, si son viejas, de calidad mediocre o han sido expuestas a la luz directa del sol, exceso de calor o luz ultravioleta, las pajitas de plástico desechables pueden transmitir a la bebida microplásticos que terminamos ingiriendo.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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