Las tablets y smartphone quitan sueño a los jóvenes. Es lo que asegura una nueva investigación realizada por investigadores noruegos. El uso de pantallas antes de irse a dormir está directamente relacionado con las dificultades para conciliar el sueño y la mala calidad del descanso según este estudio.
Que las generaciones jóvenes no pueden vivir sin sus móvil, smartphones y mp3 es algo que ya no se puede negar, pero ahora un grupo de investigadores noruegos ha desvelado que con estos dispositivos no pueden dormir. Y es que el uso de dispositivos tecnológicos antes de irse a dormir es un factor decisivo a la hora de conciliar el sueño.
Según este estudio, cuanto más tiempo pasa un adolescente delante de una pantalla antes de acostarse, peor es la calidad de su sueño.
¿Cómo se desarrolló el estudio?
Para llegar a esta conclusiones, se encuestó a 10.000 jóvenes de entre 16 y 19 años. Entre otras cuestiones se les preguntó cuánto tiempo pasan frente a una pantalla fuera del horario escolar y en qué tipo de actividades utilizaron estos dispositivos. Después les preguntaron sobre su rutina de sueño: cuándo se acuestan y se levantan; la cantidad de horas que necesitan para sentirse descansados y cuánto les cuesta conciliar el sueño a lo que se le suele denominar latencia del sueño.
Resultados
Casi todos los encuestados aseguraron que usaban uno o más dispositivos una hora entes de ir a la cama. El estudio comprobó que ésta podría ser la causa de que les costara, en muchos casos, más de 60 minutos en conciliar el sueño.
Por otra parte, los jóvenes que estuvieron más cuatro horas frente a una pantalla eran más de 3.5 veces más propensos a dormir menos de cinco horas. Un tiempo insuficiente ya que la gran mayoría aseguró que necesitaba por los menos 8 horas de sueño para sentirse descansado.
Recomendaciones
Los investigadores escriben en su artículo para una revista científica que «las recomendaciones sobre el uso saludable de los medios dadas a los padres y a los adolescentes necesitan una renovación y deben desarrollarse directrices específicas por edad con respecto a cantidad y el tiempo de empleo de los dispositivos electrónicos».
Según estos expertos, la recomendación actual es no tener un televisor en el dormitorio. Algo que queda muy obsoleto si tenemos en cuanta la cantidad de pantallas que rodean a los jóvenes a lo largo del día.
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