Los chimpancés eligen a su compañero de desparasitación por interés

Las especies de chimpancé occidental y mangabey gris intercambian sus cuidados de higiene con los individuos del grupo con mayor potencial de recompensarles.

Algunos primates, como el chimpancé occidental (Pan troglodytes verus) o el mangabey gris (Cercocebus atys atys), utilizan el aseo recíproco entre miembros del grupo a modo de intercambio de servicios. Este cuidado higiénico sirve como pago para obtener comida, alianzas para futuras peleas e incluso oportunidades de apareamiento.

Pero hasta la fecha, el proceso de elección de compañero de aseo no había sido muy estudiado. Ahora, una investigación publicada en Royal Society Open Science ha revelado ambas especies eligen su pareja de cuidados de higiene según el contexto social.

En busca del propio beneficio

“Los primates son muy conscientes de su entorno social y lo utilizan en su propio beneficio. Cognitivamente, esto es un proceso muy complejo”, explica Alexander Mielke, primer autor del estudio y primatólogo del Instituto Max Planck para la Evolución Antropológica en Leipzig, Alemania.

Al igual que los seres humanos –que cooperan para conseguir objetivos comunes­­– estos primates tienen en cuenta múltiples factores para sacar el máximo partido a la práctica del aseo y perseguir sus propios intereses.

“Es como el fútbol, hay que pasar el balón a otro jugador y la decisión se basa en la habilidad del compañero, su posición en ese momento, cómo de probable es que pueda pasar después, cuántos defensas se encuentran cerca, etc.”, explica Mielke.

Para determinar los estímulos que influyen en esta decisión, los investigadores estudiaron dos comunidades de chimpancés y otra de mangabey gris. En contraste con estudios previos, plantearon el inicio de cada ejercicio de aseo como una decisión personal e individual.

La principal conclusión es que la flexibilidad del proceso de decisión de los mangabeys grises y los chimpancés parece tener en cuenta muchas fuentes de información.

Los científicos analizaron datos de campo recogidos durante años y se tuvo en cuenta el estado reproductivo del potencial compañero (si tenían crías o eran hembras receptivas), su relación social con el que tomaba la decisión, si había sucedido alguna agresión entre los individuos antes de tomar la decisión, su sexo y su rango de dominancia en la comunidad.

Se diferenciaron dos tipos de predominio: el global (en toda la comunidad) y el local (relativa a los individuos cercanos). Esto servía para probar si los primates no humanos cambian sus preferencias basándose en su entorno o simplemente prefieren a los individuos según su rango. Otro factor importante fue si en dicho entorno se encontraba algún ‘amigo’.

Un aseo interrumpido es un aseo en vano

El aseo es una parte importante de la cooperación entre primates y elegir el mejor compañero en una situación específica es una habilidad vital. Si el ejercicio es interrumpido, el esfuerzo del que acicala habrá sido una pérdida de tiempo.

“Sorprendentemente, los primates evitan potenciales compañeros con amigos cerca. Esto sugiere que son capaces de controlar su primer impulso y seleccionar a alguien que quizás no sea el individuo cercano de más rango, pero es el que más indicios da de corresponder el servicio”, explica Mielke.

Los amigos pueden interrumpir el aseo o propiciar que el potencial compañero prefiriera irse con sus amistades. Ambas especies utilizan el acicalamiento para reconciliarse y asean a sus conocidos más a menudo que a los demás miembros del grupo.

Con una elección segura, que no siempre coincide con la opción ideal, los primates reducen el riesgo de ser abandonados sin cuidado. Esta revelación ha sido toda una sorpresa en el caso del mangabey gris.

Entre otros beneficios, los primates que acicalan a otros individuos del grupo persiguen acceder a los bebés o a otros miembros del grupo con los que se asearon en el pasado.

“Muchos primates acicalan a las madres para que les dejen tocar a sus bebés. Nadie había demostrado que esto también sucede en los chimpancés. Podría ser curiosidad sobre un nuevo miembro del grupo o una forma de establecer una relación temprana con otro individuo. Sigue siendo un misterio”, explica Mielke.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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