Las carnes rojas procesadas, es decir aquellas que son conservadas mediante sistemas con humo, curado, salazón o adición de conservantes, como es el caso de los embutidos (jamón, chorizo), las salchichas o el bacon, podrían aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca en hombres.
Un estudio que se publica en ‘Circulation: Heart Failure’, una revista de la Asociación Americana del Corazón, ha llegado a la conclusión de que los hombres que comen cantidades moderadas de carne roja procesada pueden tener un mayor riesgo de incidencia de insuficiencia cardiaca y de mortalidad.
«La carne roja procesada contiene comúnmente sodio, nitratos, fosfatos y otros aditivos alimentarios, y las carnes ahumadas y asadas también poseen hidrocarburos aromáticos policíclicos, que pueden contribuir a un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca», afirma Alicja Wolk, autora principal del estudio y profesora en la División de Epidemiología Nutricional del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia. «La carne sin procesar está libre de aditivos alimentarios y, por lo genera,l tiene menor cantidad de sodio», añade.
Sin embargo, el riesgo de insuficiencia cardiaca o muerte entre los que comían carne roja no procesada no aumentó. Al inicio del estudio, los participantes completaron una encuesta con 96 items sobre su dieta, con los temas sobre la carne procesada centrados en el consumo de salchichas, embutidos, morcilla y paté de hígado en el último año, y en relación a la carne sin procesar, centrados en la carne de cerdo y de ternera, incluyendo la hamburguesa o la carne picada.