El viernes 25 de junio a partir de las 17.30 horas comenzará en la plaza del pueblo y alrededores el Mercado Medieval de colmenar. Mercaderes, bufones y saltimbanquis llevarán el próximo fin de semana a los vecinos a la Edad Media.
La Plaza del Pueblo de Colmenar Viejo y los alrededores de la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora se convertirán de nuevo el próximo fin de semana en un gran Mercado Medieval en el que se recreará la vida social y la actividad humana que se desarrollaba en la Edad Media en torno a estos espacios, a los que acudía el pueblo para intercambiar mercancías, ideas y negocios.
A lo largo de los tres días que permanecerá instalado el mercado, organizado por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de la localidad, los visitantes podrán adquirir todo tipo de productos artesanales en los 60 puestos que se montarán para la ocasión. Habrá desde ceramistas hasta repujadores pasando por ebanistas, curtidores, queseros, taberneros o recolectores de miel y se encontrarán con animados personajes medievales recorriendo los puestos, invitándoles a seguirles al son de su música. Además, el Mercado Medieval contará con un amplio programa de animación que incluye pasacalles, exposición y exhibiciones de cetrería y actividades para los más pequeños en una zona especial para ellos.
El horario del Mercado Medieval es el siguiente: viernes 24 de junio, de 17:30 h a 23:00 h; sábado y domingo, de 11:30 h a 14:00 h y de 17:30 h a 23:00 h, aproximadamente.
Historia del Mercado Medieval
En la Edad Media, cuando los caminos y el transporte eran difíciles, costosos e inseguros, las ferias se convierten en los únicos lugares donde adquirir artículos provenientes de países lejanos e incluso aquellos, que siendo de primera necesidad, escaseaban en los territorios más cercanos. De ese modo, aquellas grandes concentraciones de gente de todos los países y lenguas tenían, necesariamente, un claro objetivo de aprovisionamiento e intercambio y se convirtieron en instituciones florecientes.
Eran eventos conocidos y esperados por toda la población y permitidos y vigilados por el poder político. Reyes, señores feudales, abadías y prelados impulsaban, autorizaban, protegían y recaudaban impuestos en las mismas. Una feria podía durar un mes o más y su organización estaba escrupulosamente regulada.
