Un minibús sin conductor, equipado con distintas pantallas para ver películas y programas de entretenimiento podría ser una realidad cercana en las calles del centro de Madrid tras la prueba experimental en Talavera de la Reina (Toledo).
Este vehículo estaría conectado con el resto de la ciudad e intercambia datos en tiempo real con otros vehículos y la Dirección General de Tráfico para que pueda circular sin accidentes, con los semáforos para que lo paren o le den luz verde según el estado del tráfico, y con las farolas de las calles para que se enciendan a su paso.
La tecnología 5G tiene potencial para permitir todo eso, y aunque solo esté en la etapa inicial de su desarrollo, ha dado una primera muestra de lo que podría pasar en unos años. Ya se ha presentado un prototipo de vehículo autónomo con conexión 5G, que utiliza una banda de 3,5 GHz, es eléctrico, alcanza una velocidad de unos 25 km por hora y puede transportar hasta siete personas.
La localidad elegida para exhibir este primer experimento no ha sido una gran ciudad, sino Talavera de la Reina (Toledo), que con sus poco menos de 90.000 habitantes tiene un tamaño más razonable para experimentar un vehículo con esas características, según los responsables del proyecto. Pero en futuro, sostienen, este modelo de movilidad será aplicable al tráfico de una capital: en cinco años un 20% de la población mundial contará con la conexión a esta red, y en 2022 circularán diez millones de vehículos sin conductor, según sus estimaciones.
Recorrido de 10 minutos sin tráfico
En un recorrido de unos diez minutos en una calle de Talavera, cerrada al tráfico en la ocasión, se han mostrado algunas potencialidades aplicadas a la movilidad.de la nueva tecnología 5G, una red de conexión móvil más rápida y más potente de las actuales (3G y 4G), gracias al ancho mayor de su banda, cuya expansión está prevista para 2019 y 2020.
El minibús se mueve autónomamente gracias a un software instalado en su interior, distintas cámaras y ocho sensores que le permiten autogeolocalizarse. Las puertas están automatizadas y la intervención humana se limita a pulsar un botón para ponerlo en marcha. Dentro, estaban encendidas cuatro pantallas, una de 18 y tres de diez pulgadas. Todas estaban conectadas con un dispositivo móvil, del tamaño de una lavadora, a su vez en conexión a través del 5G con una «unidad operativa inteligente» externa al vehículo.
La clave está en que los viajeros, como no tienen que conducir, tienen tiempo y posibilidad para dedicarse a actividades de ocio. «Ver la televisión, una película o una serie, conectar un portátil, o hablar por videoconferencia va a ser posible», ha explicado Gutiérrez. “¿Y si se conectaran unas gafas de realidad virtual en el vehículo y los pasajeros, imaginemos que sean turistas, pudieran ver el Madrid de hace 300 años mientras se mueven por el centro de la capital? Con el 5G esto va a ser posible”, sugería un portavoz de CarMedia Solutions.
Más seguridad e interconectividad gracias al 5G
Pero la mayor posibilidad de entretenimiento de los usuarios no es la única potencialidad del 5G aplicado a la movilidad. Gutiérrez ha explicado que las otras grandes ventajas de esta tecnología son la alta capacidad, es decir, la posibilidad de transmitir grandes cantidades de datos, y la latencia (el tiempo de respuesta, cuantificado en un milésimo de segundo) baja. Gracias a la primera de estas dos características, el 5G permite a cada vehículo autónomo enviar hasta cuatro terabytes de datos diarios.
Compartir esta información con un centro de control, con otros vehículos o elementos de las carreteras y de la ciudad (semáforos o farolas inteligentes, por ejemplo), puede ampliar infinitamente las posibilidades de movilidad de los vehículos autónomos. La velocidad de respuesta permitida por la baja latencia de la red, además, permite controlar con más eficiencia sus movimientos. Tan solo pulsando stop en una tableta conectada con el dispositivo móvil instalado en el minibús de Telefónica, el vehículo para de inmediato, como ha sido mostrado este martes durante el estreno.
