Un perro con estrés podría vivir menos años. La falta de apetito y ladrar más de lo habitual son algunos de los síntomas que sufren los perros cuando tienen estrés, y la solución la tienen sus dueños.
Un perro se estresa cuando el dueño se enfada, cuando los acontecimientos suceden a una velocidad mayor de la que pueden controlar o cuando no pueden solucionar una situación.
Síntomas de un perro estresado
- Es hiperactivo: no puede estar tranquilo y parece incapaz de concentrarse.
- Se rasca, muerde o lame de forma compulsiva.
- Destroza los muebles del hogar y hace sus necesidades dentro de casa.
- Ladra de manera excesiva.
- Falta de apetito.
Las hormonas del estrés son necesarias para que los perros tengan la energía suficiente. Sin embargo, cuando un perro tiene miedo, se atemoriza o se excita por encima de lo normal, la concentración de estas hormonas en el cuerpo aumenta obligando al corazón del perro a trabajar a un ritmo mayor y desgastando sus arterias.