Hasta el 3 de octubre tiene de plazo la empresa farmacéutica para solicitar a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) la renovación de su autorización para comercializar Diclovet y Dolofenac, medicamentos de uso veterinario que contienen diclofenaco. El riesgo de estos fármacos es la posible muerte de miles de buitres al alimentarse de cadáveres de animales que previamente hayan sido tratados.
Ante esta situación y con motivo del Día Internacional de los Buitres, que se celebra el próximo 2 de septiembre, SEO/BirdLife ha hecho un escrito a la AEMPS para que se aplique el principio de precaución y se consideren todos los argumentos y recomendaciones científicas para que no se ponga en riesgo la población de las aves necrófagas en nuestro país.
Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife subraya: “España tiene el gran privilegio de tener las mejores poblaciones de buitres, razón por la que miles de personas acuden a nuestro país a observarlas generando un creciente negocio en el ámbito del turismo de naturaleza. Los buitres son también grandes aliados de los ganaderos evitando a muchas explotaciones costosos gastos en la recogida, el transporte y la incineración de cadáveres. Todas estas ventajas no pueden ponerse en juego solo para agrandar la cuenta de beneficios de una empresa farmacéutica. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios tiene que actuar pensando en el interés general y defendiendo el patrimonio natural de todos. El mundo de la conservación tiene la vista puesta en esta decisión.”
Por ello, las organizaciones esperan que ante la nueva revisión de la autorización para su uso en España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios dé una negativa y garantice definitivamente la seguridad de este grupo de aves además de formar parte de nuestro patrimonio natural, cumplen una importante función ecosistémica.
Por su Parte, Luis Suárez, responsable del programa de especies de WWF España indicó que “lo que está en juego es borrar de un plumazo la cima de la pirámide trófica en nuestro territorio. El papel de los buitres es extremadamente relevante en nuestro país. Ellos evitan, entre otras cosas, la propagación de enfermedades en el campo. Conservar a los buitres prohibiendo el diclofenaco es un asunto de responsabilidad”.
Nuevo estudio
Aunque en España el uso veterinario del diclofenaco solo está autorizado bajo prescripción y administración de un veterinario y se recomienda no llevar a un muladar o abandonar en el campo un cadáver al que se haya administrado el medicamento, un reciente estudio (junio de 2017) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente demuestra la presencia de cadáveres con diclofenaco al alcance de buitres silvestres. Este estudio del MAPAMA podría mostrar la presencia de diclofenaco en aproximadamente el 0,8% de los cadáveres.
En un estudio científico publicado en Journal of Applied Ecology (Green et al 2016, Journal of Applied Ecology) se estimó que, sobre la base de una presencia de entre el 0,11 y el 0,19% de cadáveres disponibles para los buitres con presencia de diclofenaco predicha en ese momento por el MAPAMA, la mortalidad actual de buitres sería de entre 3.617 y 6.389 anuales. Sin embargo, con una presencia comprobada que ronda el 0,8% estas cifras podrían dispararse como sucedió en el subcontinente Indio, donde la presencia en tan solo el 1% de los cadáveres de vacas abandonadas en el campo llevó a la casi extinción -en un 99%-, a cinco especies de buitres: el indio, el dorsiblanco, el bengalí, el cabecirrojo y el picofino.
En la actualidad, su uso está prohibido en países como India, Nepal, Irán o Pakistán, lo cual ha permitido frenar el declive de las poblaciones de necrófagas.
Además, las organizaciones han puesto en conocimiento del Defensor del Pueblo la negativa por parte de la AEMPS de acceso a la información relativa al expediente de autorización de la empresa farmacéutica. En este sentido, el Defensor del Pueblo ya en su informe anual de 2016 que formuló al MAPAMA y a la AEMPS solicitaba la retirada de los medicamentos con diclofenaco para uso veterinario. En estos momentos el Defensor del Pueblo mantiene dos quejas abiertas sobre este asunto.
Prohibir el diclofenaco no tendría efectos negativos sobre la gestión sanitaria del ganado ni sobre la economía de los ganaderos ya que existen alternativas igual de eficaces y con un similar coste económico. En el mismo estudio del MAPAMA se reconoce al meloxicam como un antiinflamatorio seguro para los buitres y se plantea como una alternativa para usar en el ganado que pueda ser consumido por aves necrófagas.
SEO/BirdLife y WWF recuerdan que la retirada del diclofenaco a nivel mundial está recomendada por la comunidad científica como recoge la resolución (UNEP/CMS/COP11/CRP31) de la XI Conferencia de las Partes del Convenio de Especies Migratorias (CMS) y la resolución WCC-2016-Res-019 “Medidas de conservación de los buitres, incluida la prohibición del uso del diclofenaco veterinario” de la última Asamblea Mundial de la UICN celebrada en Hawái.
España, tierra de buitres
El riesgo de la utilización de este medicamento de uso veterinario es especialmente elevado en España, donde se encuentra el 80% de los buitres negros y leonados de Europa, además de otras especies amenazadas como el alimoche o el quebrantahuesos. El diclofenaco es uno de los muchos obstáculos que sufren los buitres, uno de los grupos de aves más amenazados del planeta, con 16 de sus 23 especies en situación de riesgo grave.
El mecanismo por el que el diclofenaco y otros antiinflamatorios son tóxicos para los buitres no está todavía aclarado, aunque se sugiere la posibilidad de una isquemia renal o de estrés oxidativo asociado a la disminución del transporte de ácido úrico en las células renales.
SEO/BirdLife y WWF junto a otras organizaciones ambientales europeas (SPEA, Vulture Conservation Foundation y BirdLife Europe) trabajan conjuntamente en esta iniciativa denominada Ban Vet Diclofenac para prohibir el uso veterinario del diclofenaco en la Unión Europea.