El próximo 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, una fecha en la que se reivindica no usar las bolsas de plástico. Una jornada para reflexionar sobre el consumo indiscriminado de este objeto que llegó a nuestras vidas y ahora es imposible deshacerse de él.
La gran cantidad de recursos que se destinan a su fabricación, y sobre todo la monumental contaminación que han generado a lo largo de su corta existencia, es un motivo más que suficiente para que empecemos a reconsiderar su empleo.
Muchas de esas bolsas de plástico terminan en los mares y océanos contaminando desmesuradamente bastas extensiones. Las ya famosas “islas de plástico“, como la del Pacífico que cada vez ocupa más espacio, están empezando a formar parte de la geografía mundial, su composición son plásticos de todo tipo y bolsas de plástico que de alguna manera u otra terminan en las aguas marinas. Después muchos animales terminan comiéndosela, pensando que es una medusa, como las tortugas, o cuando se va degradando lentamente y se convierte en una sopa de plástico prácticamente microscópica, será el alimento del resto de la fauna marina.
Símbolo de un solo uso
La bolsa de plástico está considerada como el símbolo emblemático de la cultura de un solo uso, del derroche y la demostración de un consumo abusivo e innecesario. Son incuestionables los impactos ambientales asociados al excesivo consumo de bolsas de un solo uso, ya que supone un consumo innecesario de recursos limitados, como son, por ejemplo, el petróleo o la energía utilizada actualmente para fabricarlas i/o distribuirlas.
Muchas bolsas se abandonan, afectan a la fauna y ensucian nuestro entorno y medio natural. Hoy en día, la difusión de la problemática del consumo de bolsas va directamente dirigida al consumo de bolsas fabricadas en polietileno de alta densidad (HDPE).
Sin embargo, no nos tenemos que centrar sólo en el plástico ni proponer la sustitución del plástico como solución: igualmente constituiría un problema el consumo de recursos no renovables y provocaría contaminación el consumo de la misma cantidad de bolsas oxodegradables, de papel ,biocompostables, etc.
En España estamos en camino y para el 2018 deben de ser sustituidas por otras biodegradables.