La Comunidad de Madrid participó en la reunión anual del Comité de Lucha contra Incendios Forestales (CLIF) que ha reunido a más de 50 expertos en esta materia durante los días 26 y 27 de abril en el Albergue de los Batanes, en el municipio de Rascafría. En este encuentro se han tratado diversos temas, como la formación en el sistema de manejo de emergencias, prevención de incendios, seguridad y el estudio de las distintas fórmulas para tratar los resultados estadísticos en el ámbito de los incendios forestales.
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El CLIF es un instrumento dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que logra reunir cada año a los técnicos responsables de la lucha contra los incendios forestales de diversas comunidades autónomas así como de otras administraciones con dicha responsabilidad, y organismos implicados en esta tarea, como es, por ejemplo, la Unión Militar de Emergencias o el Grupo 43, encargado de la gestión de los aviones FOCA en la lucha contra los incendios forestales.
Aunque sus trabajos y deliberaciones en estas reuniones no tienen carácter vinculante, las conclusiones que se extraen cada año de estos trabajos son elevadas a las autoridades correspondientes, que las utilizan como una herramienta fundamental de trabajo en sus respectivas tomas de decisiones.
Prevención de incendios en invierno
En la reunión también se analizaron los trabajos de prevención de incendios que la Comunidad de Madrid realiza durante todo el invierno y en concreto, por su proximidad, los que se desarrollan en el término municipal de Prádena del Rincón. Las tareas que realizan allí los miembros de las brigadas forestales tienen como objetivo recuperar, en parte, el trazado de la cañada real y proteger el pinar, de alto valor ecológico, creando una faja cortafuegos de 75 metros de ancho y 2.300 metros de longitud (17,25 hectáreas).
El trabajo consiste en la eliminación del matorral y parte de la vegetación arbórea, aunque respetando las especies autóctonas de la región y aquellas otras que puedan tener interés. Los medios desplazados para realizar estos trabajos son una desbrozadota de martillos, una de cadenas y una astilladora, que optimizan el trabajo de los retenes.
También hay un camión con pluma para extraer los restos leñosos y trasladarlos a un lugar accesible para que puedan ser utilizados por los vecinos. De esta manera se retiran los restos muertos del monte sin necesidad de efectuar quemas para su destrucción. Las tareas las llevan a cabo los efectivos de dos brigadas forestales, que se encargan de rematar el trabajo en zonas poco accesibles para las máquinas o más delicadas. De esta manera, se protegen las especies de alto valor ecológico existentes, como acebos, serbales, espinos albares, brezos, enebros y rebollos.