En el pleno ordinario celebrado hace unos días, se aprobó un Plan de Inspección y Control Tributario que tiene por objeto, la detección del fraude fiscal de todos los tributos municipales, con especial interés y dedicación en el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras.
El Plan Municipal de Control Tributario, constituye un instrumento fundamental en la planificación de las actuaciones de comprobación e investigación que debe realizar la administración local. Motivo por el cual, argumenta el Primer Teniente de Alcalde, Cesáreo de la Puebla, “hemos creado esta unidad que comprobará e investigará, de manera coordinada con otros departamentos, los incumplimientos tributarios con el objetivo de detectar el fraude fiscal y regularizarlo eficazmente”.
Este Plan, hace que se cumpla de manera justa los principios de de justicia tributaria y suficiencia económica, en base a lo dictado en el art. 31.1 y 142 de la Constitución. “No sería justo ni defendible que a una parte de la sociedad se le exijan mayores esfuerzos, mientras una minoría mantiene actitudes al amparo del más puro y simple incumplimiento de la ley”, señalo el Primer Teniente de Alcalde y Concejal de Hacienda, Cesáreo de la Puebla.
Recursos propios y medios humanos.
Las actuaciones inspectoras se realizarán por los funcionarios municipales, constituyéndose un organigrama compuesto por un Responsable de la Unidad, un Agente Tributario, un Auxiliar administrativo y un inspector.
La actividad inspectora es multidisciplinar, ya que las presuntas actividades fraudulentas pueden estar en diferentes materias y realidades, correspondiendo al ámbito de otras Concejalías. Motivo por el cual, la coordinación entre esta unidad y el resto de concejalías del Ayuntamiento, será fundamental para tener una visión global y no parcial de las actividades realizadas en el municipio.