La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Colmenar Viejo ya ha abierto el plazo para la presentación de candidatos al V Premio Compromiso Ambiental Villa de Colmenar Viejo 2018.
un galardón anual cuyo objetivo es reconocer públicamente a aquellas personas, asociaciones, empresas o entidades ubicadas en la localidad que destaquen y/o hayan destacado por sus proyectos y/o acciones que contribuyen de forma relevante, o ya lo han hecho, al respeto y mejora del medio ambiente del municipio, ya sea urbano o rural.
El plazo finaliza el próximo 31 de diciembre.
De acuerdo con las Bases del Premio, para optar al galardón es necesario que la propuesta sea presentada por terceros (asociaciones, instituciones, particulares…), justificando los méritos y acciones llevadas a cabo por el candidato.
Las propuestas serán estudiadas por los miembros del Consejo Municipal de Medio Ambiente y del Campo, quienes valorarán especialmente las acciones, campañas o contenido ambiental que destaquen por su carácter ejemplar (sobre todo, en el quehacer cotidiano); los beneficios que suponen al término municipal o a su núcleo urbano; la labor de concienciación, defensa, mejora o conservación del medio ambiente que han realizado; el carácter innovador, de ejecución, originalidad y eficacia del método empleado; la metodología, trayectoria y proyección de futuro de las acciones que hayan llevado a cabo; y los objetivos de la labor desarollada.
La entrega del Premio, una Placa conmemorativa, tendrá lugar el 5 de junio de 2019, Día Mundial del Medio Ambiente, en un acto público.
Premios de ediciones anteriores
En 2014, el I Premio Compromiso Ambiental se otorgó a título póstumo al que fuera entre junio de 1995 y junio de 1996 el Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Colmenar Viejo y Concejal de Ganadería, Agricultura y Medioambiente, Fernando Colmenarejo Berrocal (fallecido en junio de 1996), por su intenso y notable empeño y trabajo en la defensa de la Dehesa de Navalvillar (principal pulmón verde del municipio) y en la regeneración del Arroyo de Tejada.
En 2015, el II Premio recayó en el IES Marqués de Santillana por su proyecto La Ecoescuela del Instituto, puesto en marcha en 2009 y en torno al cual el centro educativo ha puesto en marcha desde entonces múltiples y comprometidas actividades y acciones para inculcar a los alumnos una educación ambiental.
Entre las numerosas actividades desarrolladas desde la Ecoescuela a lo largo de sus siete años de vida destaca, por ejemplo, la recogida de tapones de botellas para enviarlas a una ONG con fines solidarios; la recogida de aceite usado para fabricar, una vez al mes, jabón; la creación del Rincón Ecológico del Aula, que consiste en la presencia en cada aula de contenedores de diferentes residuos (papel, envases y pilas), gestionados por los propios alumnos de la clase; y la instalación de dosificadores de caudal de agua en los grifos y de botellas en las cisternas para rebajar el consumo de agua.
Además, el centro ha creado un parking para bicicletas, un huerto escolar y ha diseñado un programa de futuro para el ahorro de energía eléctrica y de climatización y para la reducción del ruido.
En 2016, el III Premio se concedió a ‘Conocer Colmenar Caminando’, un colectivo nacido hace cinco años con el objetivo de organizar rutas de senderismo para dar a conocer el entorno natural del término municipal colmenareño y promover su defensa, mejora y conservación.
Desde su nacimiento en 2012, la asociación ha organizado en torno a 40 salidas por los cuatro puntos cardinales del término municipal, unas excursiones en las que participan habitualmente una media de 100 personas. También han recorrido algunos parajes de localidades vecinas, como Soto del Real, San Agustín de Guadalix o Moralzarzal.
En 2017, el IV Premio fue para Suerte Ampanera, una empresa radicada en la localidad modelo de explotación ganadera respetuosa con el medio ambiente y comprometida con la conservación del entorno rural del municipio.
Fue creada en 1997 bajo los principios de explotación racional y ecológica de la tierra y la elaboración de alimentos ecológicos de calidad fielmente ligados al ecosistema. En el momento de la entrega del galardón, su cabaña se componía de en torno a 1.000 cabras. Sus quesos y yogures están valorados por los expertos como de los mejores del país y participa en varios proyectos de investigación sobre fauna autóctona y en peligro de extinción.
