El Museo del Prado acoge hasta julio una de las mejores colecciones de arte del mundo con obras de Velázquez, Goya, Murillo y El Greco

Se trata de un conjunto de obras emblemáticas de Velázquez, El Greco, Murillo y Goya, que en su mayor parte no se han visto aquí desde que salieron de España, y que vuelven a nuestro país

La pintura española de The Frick Collection, considerada una de las mejores colecciones de arte del mundo, podrá verse en el Museo del Prado (Sala 16 A. Villanueva) hasta el 2 de julio. Un conjunto compuesto por nueve obras emblemáticas de Velázquez, el Greco, Murillo y Goya que ahora podrán verse en España gracias al apoyo de la Comunidad de Madrid.

La mayor parte de los cuadros expuestos en esta muestra fueron adquiridos por el industrial, filántropo y fundador del museo, Henry Clay Frick (1849-1919). Su colección es considerada en la actualidad como uno de los mayores tesoros culturales de Nueva York.

La mansión Frick, que de manera habitual alberga estas obras, actualmente se encuentra en proceso de renovación arquitectónica por lo que ahora el museo presenta su colección en el Frick Madison. Esta situación ha favorecido al acuerdo especial de préstamo temporal de obras al Museo Nacional del Prado, que, a excepción de dos pinturas, ninguna se había vuelto a ver en España desde su salida del país.

La exhibición tiene como punto de referencia estas obras de pintura española que custodia la Frick Collection. Todos ellas son creaciones excepcionales que permiten establecer relaciones estrechas con algunas piezas importantes del
Prado y convertir esta exposición en una ocasión única e irrepetible de ver compartiendo espacio a San Jerónimo y Retrato de médico; La expulsión de los mercaderes del Templo y La Anunciación, de El Greco; Felipe IV en Fraga y El
Primo, de Velázquez; Autorretrato y Nicolás Omazur, de Murillo, así como Retrato de mujer y Juan Bautista Muguiro, de Goya.

Museo del Prado

Henry Clay Frick

Henry Clay Frick (1849-1919) labró una gran fortuna en las industrias, interrelacionadas, del carbón, el acero y los ferrocarriles. Sus orígenes como empresario se vinculan con Pittsburgh y sus alrededores, pero en 1905 se trasladó a vivir definitivamente a Nueva York, donde hizo construir un palacio neorrenacentista al arquitecto Thomas Hastings, en la Quinta Avenida.

Como muchos de los magnates de su tiempo, Frick desarrolló un fuerte interés por el arte europeo de la Edad Moderna y comienzos de la Contemporánea, y fue uno de los protagonistas de un capítulo fundamental en la historia del coleccionismo, por el que cientos de obras maestras cruzaron el Atlántico rumbo a América en las primeras décadas del siglo XX. Una gran parte de ellas formarían en el futuro importantes museos.

La colección que reunió Frick en su residencia neoyorquina, y que abriría sus puertas como museo en 1935, cuenta con obras de muchos de los pintores más importantes desde los inicios del Renacimiento, y se distingue tanto por el alto nivel de calidad de la mayoría de las obras, como porque responde a unos criterios de gusto muy definidos: sus cuadros fueron adquiridos para convivir con ellos, y eso condicionó el predominio de temas como el paisaje, el retrato, las escenas galantes, etcétera.

Paula de Marcos Aragónhttps://www.cronicanorte.es
Paula de Marcos Aragón, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Algete. Es redactora en Crónica Norte desde 2021. Aficionada a la fotografía y a los reportajes y documentales de periodismo de investigación.

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