El proyecto de celdas reversibles de Metro ahorra el equivalente a la energía que consumen 500 personas al año

Permiten reutilizar la energía de frenado producida por los trenes para su aprovechamiento en otras instalaciones

La Comunidad de Madrid ha logrado un ahorro de energía  equivalente al consumo energético de 500 personas al año, gracias al proyecto  de celdas reversibles desarrollado en Metro. Este es el resultado obtenido durante  la fase final de las pruebas y ajustes del proyecto.  

Las celdas reversibles son unos equipos eléctricos que permiten reutilizar la  energía de frenado que producen los trenes y aprovecharla para servicios  auxiliares de estaciones o para otro tipo de instalaciones, como pueden ser  máquinas expendedoras, luminarias, escaleras mecánicas o ventiladores. 

Se espera un ahorro mayor en el Metro

El proyecto ha funcionado hasta la fecha a tiempo parcial y con una potencia  limitada, por lo que se espera que cuando los equipos funcionen a pleno  rendimiento, la energía recuperada sea significativamente mayor.  

Las celdas reversibles se encuentran instaladas en las estaciones de La Peseta  (línea 11), La Moraleja (línea 10B) y Hospital de Móstoles (línea 12), y ya se está  trabajando en la cuarta, en la estación de Barrio del Puerto (línea 7B), que en  próximas fechas comenzará el periodo de pruebas para poder ajustar la  instalación y proceder a su puesta en marcha definitiva. 

Primer proyecto piloto de celdas reversibles

El primer proyecto piloto de celdas reversibles desarrollado por Metro de Madrid se llevó a cabo entre 2014 y 2016 en la estación de Campo de las Naciones.  Reveló unos resultados muy satisfactorios y la empresa pública inició, entonces, un plan de desarrollo e implantación de estos equipos en otras instalaciones de  la red. 

Hasta el momento, la energía de frenado sólo podía ser utilizada por otro tren y siempre que estuviera cercano al primero. A partir del uso de las celdas  reversibles se ha conseguido un mayor aprovechamiento de esta energía.

Mejor aprovechamiento de la energía 

Su uso implica un mayor ahorro, así como una menor contaminación y emisiones  de CO2, mejorando la calidad del medio ambiente. Además, la recuperación de  energía de frenado evita que se incremente la temperatura ambiente en túneles y  estaciones, aumentando el confort para los usuarios y reduciendo los recursos  destinados a bajar la temperatura de las instalaciones a través de la ventilación y  la climatización.  

Este proyecto, implementado por la Comunidad de Madrid en Metro, pone de  manifiesto el compromiso a favor de la transformación ecológica de las  infraestructuras ligadas al transporte, el respeto al medio ambiente y a la  sostenibilidad. Durante el periodo 2016-2020, obtuvo la cofinanciación de Fondos  Europeos de Desarrollo Regional (FEDER). 

El Gobierno regional se anticipa, así, a la Ley 7/2021 de Cambio Climático y  Transición Energética, publicada el pasado 21 de mayo, en la que, por primera  vez, se identifican las infraestructuras urbanas como fuentes de energía renovable  y se promueve su aprovechamiento. Un hito conseguido gracias a las enmiendas  presentadas por la Asociación Madrid Subterra, organización presidida por Metro  de Madrid.

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