El Gobierno de España prevé prohibir el uso de envases de plástico para la venta minorista de frutas y verduras frescas a partir del año 2023. Desde el ministerio indican que es una medida prevista en el borrador del Real Decreto de envases y residuos en el que está trabajando el Ministerio de Transición Ecológica.
El objetivo de la próxima norma es combatir el abuso de los envases contaminantes de un solo uso, así como fomentar prácticas sostenibles como la compra a granel y el uso de envases retornables.
Greenpeace consiguió viralizar en 2018 la campaña ‘Desuda la fruta’ argumentando que la fruta tiene su propia película protectora (cáscara o piel) para evitar daños y recuerdan la recomendación de lavar los productos frescos, por lo que el uso del plástico es innecesario.
Uso de envases retornables, cestas y redecillas
Son varios los supermercados en los que a día de hoy han eliminado los envases de plástico y han comenzado a envasar frutas y verduras en redes aunque la presencia del plástico sigue estando presente en los guantes y bolsas que en ocasiones hace falta utilizar.
Como parte de esas medidas, el real decreto que está ultimando el Ministerio que encabeza la vicepresidenta Teresa Ribera contempla así prohibir los envases de plástico en paquetes de fruta y verdura de menos de un kilo y medio de peso. Según adelantan fuentes de El País, quedarían excluidos de ese veto los envases de alimentos con riesgo de deterioro cuando se venden a granel. El listado de esos alimentos debería ser fijada y publicada por la AESAN.
La idea, por tanto, es recuperar un modo de compra minorista tan tradicional como el granel y la práctica de envases retornables, algo que aún se practica en pequeñas localidades y que han recuperado pequeños comercios que apuestan por la sostenibilidad no solo en los productos que venden.
El Ejecutivo también prevé impulsar medidas que incentiven buenas prácticas tanto en los comercios como de cara al consumidor, promoviendo la instalación de fuentes de agua potable en espacios públicos o facilitando que los clientes puedan llevar sus propios envases para comprar alimentos a granel, sin que suponga un riesgo para la higiene o la seguridad alimentaria.
