La Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles manifiesta su enorme malestar e indignación al no haber sido incluido el sector de estaciones de servicio en las ayudas directas a autónomos y a pequeñas y medianas empresas aprobadas por el Gobierno por valor de 7.000 millones de euros. La gestión de estas ayudas corresponde a las Comunidades Autónomas con 5.000 millones para las peninsulares y 2.000 para Baleares y Canarias.
El 70% de los propietarios de las estaciones de servicio en España son pequeñas y medianas empresas que cumplen los requisitos exigidos por el Gobierno para poder acceder a las ayudas al haber perdido durante la pandemia buena parte de los ingresos en gasolineras del centro de las ciudades y sobre todo en las de carretera y ser empresas viables cuando termine la pandemia y se recupere la movilidad general.
El presidente de AEVECAR, Alejandro Ripoll, considera “una discriminación inaceptable que no se incluyan a las gasolineras en las ayudas directas porque han permanecido abiertas durante la pandemia al considerar el Gobierno esencial el servicio de suministro de carburantes, a pesar del confinamiento y de las restricciones de movilidad en todas las regiones de España en este último año”.
Ripoll subraya que “buena parte de las estaciones de servicio, que dan empleo a más de 55.000 trabajadores, cumplen las condiciones establecidas por el Ejecutivo para poder acceder a las ayudas: caída de facturación de un 30% en el año 2020 con respecto al 2019, que la empresa tenga una viabilidad y no se entiende por qué no está incluida su actividad en el anexo I del Real Decreto-ley”.
Desde AEVECAR se reclama que el Gobierno incluya al sector en los casi cien que sí pueden acceder a las ayudas directas que necesitan las empresas para poder sobrevivir, mantener los puestos de trabajo y poder recuperarse cuando las condiciones de la lucha contra la pandemia permitan la movilidad normal de las personas y de los transportes por carretera.
AEVECAR destaca que:
- • Nuestro sector se consideró esencial desde el primer momento y aunque se prohibió la movilidad estuvimos abiertos al principio el 100% de las instalaciones obligatoriamente, con las consiguientes pérdidas por falta de
- clientes que no podían salir de sus casas. Posteriormente se establecieron unos servicios mínimos que supusieron que siguieran obligatoriamente abiertas al menos el 65% de las instalaciones por ley, con las mismas restricciones estrictas de la movilidad, lo que siguió generando cuantiosas pérdidas.
- • Aunque en el verano se levantaron las restricciones de movilidad y por lo tanto aumentó algo la facturación, en el conjunto del año 2020 las pérdidas han sido muy altas, sobre todo debido a que a partir del mes de agosto se volvieron a tomar medidas de restricción de la movilidad por el incremento de contagios en la pandemia.
- • El sector de estaciones de servicio está compuesto por PYMES y MICRO-PYMES en un 70%, por lo que tendrían que estar dentro del programa de ayudas como cualquier otra empresa o autónomo, en el caso de que sus pérdidas superen el 30% establecido.
- • La mayoría de las empresas del sector son viables en el futuro, sobre todo si reciben estas ayudas establecidas precisamente para ayudar a salir de la crisis a PYMES y Autónomos.
- • La exclusión de nuestras empresas de las ayudas directas supone una discriminación injustificada y de imposible aceptación por nuestro sector. No podemos entender que criterio se ha seguido para decidir que un sector sufra la desaparición de una parte de sus PYMES y otros sectores sean ayudados para que esto no ocurra.
AEVECAR reclama igualdad de trato para nuestro sector, con el mismo criterio que al resto de sectores de la economía española.