El Teatro Pavón acoge hasta el 26 de abril la trágica historia ‘Enrique VIII y la cisma de Inglaterra’, una de las obras más representadas de Calderón de la Barca, que llega ahora a los escenarios bajo la dirección de Ignacio García y con Sergio Peris-Mencheta dando vida al astuto Enrique VIII.
¿Qué responsabilidad tiene un monarca frente al pueblo que gobierna? ¿Qué sucede cuando la máxima institución del Estado antepone sus deseos o intereses a los de su nación? ¿O cuando está mal asesorado por sus consejeros? Estas, a pesar de su elocuente actualidad, son algunas de las preguntas que Calderón plantea en este drama.
La cisma de Inglaterra es una obra de juventud de Calderón pero en la que ya residen muchos de sus temas capitales. La determinación del destino propia del neoestoicismo frente al libre albedrío que defiende Calderón, la responsabilidad de un monarca ante su pueblo, y la importancia de obrar bien más allá de los intereses individuales son algunos de esos motivos constantes en su obra.
Bajo el aspecto de un conflicto teológico sobre la ruptura de la iglesia anglicana y con la aparente forma de un drama histórico, lo que aflora es un drama humano de dimensiones titánicas. Un hombre en constante huida hacia adelante de sus propias contradicciones y dudas, una víctima de su pasión y su lujuria, provoca un cataclismo político, religioso y humano en una corte que se desnorta con su pérdida.
Enrique es víctima y verdugo de su reino. La cisma de Inglaterra es un texto prolijamente estudiado en su aspecto literario pero olvidado, como tantos, fuera del canon y del repertorio habitual, condenado al destierro de los escenarios.
La obra estará hasta el 26 de abril en el Teatro Pavón (Embajadores, 9) de miércoles a sábados a las 20:00 horas, y los domingos y martes a las 18:00 horas. Las entradas tendrán un coste de 20 euros, excepto los jueves que costarán solo 10.
