La Comunidad de Madrid ha anunciado que adaptará las instalaciones de 25 colegios públicos para incluir los cursos de 1º y 2º de Secundaria, a partir del curso escolar 2025/26. Este cambio, respaldado por una inversión de 122 millones de euros en infraestructuras educativas, busca ofrecer a los estudiantes de Educación Primaria una transición continua sin necesidad de cambiar de centro.
La medida, además de facilitar la integración educativa en los colegios públicos, tiene como objetivo proteger la infancia y mejorar el rendimiento académico de los alumnos. Al permitir que los estudiantes permanezcan en su colegio hasta 2º de la ESO, se busca ofrecer un entorno más estable en sus primeros años de adolescencia, etapa clave en su desarrollo personal y académico. Las autoridades educativas han subrayado que este cambio ayudará a reducir el abandono escolar y a fomentar hábitos de vida saludables, además de brindar un espacio seguro y familiar que aleje a los jóvenes de influencias negativas y posibles entornos de riesgo.
Además, el Gobierno regional espera que esta iniciativa también promueva una mejora en los hábitos de descanso y alimentación, factores que, aunque pueden parecer ajenos al rendimiento escolar, son fundamentales en la etapa de crecimiento de los estudiantes. La permanencia en el mismo colegio también puede servir de soporte en la lucha contra problemas que afectan cada vez más a los jóvenes, como la soledad y el uso excesivo de dispositivos, y en la prevención de adicciones y la influencia de las bandas juveniles.
¿Cuáles colegios participarán y cómo se seleccionaron?
Los primeros 25 colegios públicos en participar en esta iniciativa ya han sido elegidos, y están distribuidos por todas las áreas de la Comunidad de Madrid. Diez de ellos están ubicados en Madrid capital, y el resto se encuentra en localidades como San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos, Las Rozas de Madrid, Alcorcón y Leganés, entre otras. La selección de los centros se realizó en base a criterios de infraestructura y viabilidad de adaptación de sus instalaciones para albergar estos nuevos cursos.
Los colegios interesados en sumarse a esta iniciativa han presentado una solicitud formal a la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades, y además han contado con el respaldo de sus respectivos Consejos Escolares, los cuales incluyen representantes de las familias. Esta consulta previa ha sido una pieza clave en el proceso, pues garantiza que la incorporación de los primeros cursos de la ESO responde a una necesidad real y cuenta con el apoyo de toda la comunidad educativa.
La inversión: una apuesta por la educación pública
La decisión de incluir los primeros cursos de Secundaria en algunos colegios públicos de Madrid no viene sola; está acompañada por una importante inversión en infraestructuras. Con un presupuesto de 122 millones de euros, esta partida económica se destinará tanto a la construcción de nuevas instalaciones como a la reforma y ampliación de las ya existentes. La Comunidad de Madrid ha destacado que todos los colegios que reúnan los requisitos podrán ver adaptadas sus instalaciones con cargo a este presupuesto, lo que garantiza un entorno adecuado para los alumnos que continúen su formación en el mismo centro.
La Consejería de Educación, Ciencia y Universidades dispondrá en 2025 de un presupuesto de 6.658 millones de euros, con un incremento del 3,7% respecto al año anterior, situándose como el segundo departamento con mayor dotación, solo superado por la Consejería de Sanidad. Este aumento presupuestario refleja el compromiso de la Comunidad de Madrid por fortalecer el sistema educativo público, ofreciendo a los estudiantes entornos más seguros y mejor adaptados a sus necesidades.
Más allá de 2025: una medida extensible a otros centros
Este primer grupo de 25 colegios supone solo el inicio de una posible expansión de la medida a otros centros públicos en la Comunidad de Madrid. Los técnicos de la Consejería de Educación siguen evaluando la posibilidad de implementar esta iniciativa en más colegios que cuenten con instalaciones adecuadas o que puedan ser adaptadas fácilmente. Además, uno de los criterios que los colegios deben cumplir es la jornada partida, que permite una distribución equilibrada del tiempo de clase y descanso, favoreciendo un ambiente educativo de calidad.
Educación continua: los beneficios de estudiar en el mismo centro
Estudiar los primeros cursos de Secundaria en el mismo colegio donde el alumno cursó la Educación Primaria tiene numerosas ventajas. Para muchos estudiantes, cambiar de colegio puede suponer un desafío emocional y social. Al permitir que los jóvenes sigan en el mismo entorno, se crea una continuidad que facilita su adaptación, lo cual puede tener un impacto positivo en su bienestar emocional y en su rendimiento académico.
Esta continuidad escolar podría servir también como una herramienta efectiva en la lucha contra el abandono temprano, un problema que afecta a miles de jóvenes en España. La familiaridad con el profesorado y el entorno escolar da lugar a una experiencia más estable y positiva, lo que aumenta las probabilidades de que los estudiantes completen su etapa de educación obligatoria.