Una de las recomendaciones habituales de los fabricantes de cremas solares es la de no utilizar estos productos pasado un año desde su fecha de apertura, dado que pueden perder su nivel de protección. Sin embargo, un análisis llevado a cabo por OCU señala lo contrario. Si se conservan de forma adecuada, las cremas solares mantienen sus propiedades un año después de su apertura.
OCU ha vuelto a analizar, pasado un año, cinco de las cremas solares para niños (protección 50+) que ya fueron testadas en un laboratorio acreditado en el marco de uno de nuestros tests comparativos (estudio publicado en la revista OCU Salud 126, junio de 2016).
En esta nueva prueba de laboratorio, se ha simulado el uso habitual por parte de un consumidor sometiendo a los productos, un año después de su primera apertura, a una serie de condiciones ambientales similares a unas vacaciones reales con cambios de temperatura y lugares de almacenamiento.
Los resultados del laboratorio, en este segundo análisis, idéntico al primero, ponen de manifiesto que los cinco productos seguían manteniendo no solo su textura, sino su nivel de protección a pesar del “maltrato” sufrido.
Por todo ello los consumidores pueden sentirse tranquilos si utilizan estas cremas de protección solar pasados los 12 meses desde su fecha de apertura, incluso tras haberlas utilizado ya el año anterior, siempre y cuando se hayan mantenido en buenas condiciones de conservación: en un lugar fresco y seco (no en el baño, por ejemplo), protegidas del sol (mejor en un cajón o armario) y a una temperatura estable.
OCU insiste en cualquier caso que si al abrir el bote de crema su color, olor o textura se ha modificado no debería utilizarse. Es probable que la conservación no haya sido la adecuada y en este caso sí puede haber perdido efectividad.
Más información https://www.ocu.org/salud/cuidado-piel/noticias/cremas-solares-caducidad