Los bajos niveles de contaminación del aire durante la crisis del coronavirus confirma que restringir el tráfico funciona


El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 129 estaciones de medición repartidas entre las 26 principales ciudades del Estado español (todas las mayores de 150.000 habitantes con más de una estación de medición), durante los meses de marzo y abril de 2020 y de los diez años anteriores.

Presenta por tanto una foto fija de la calidad del aire urbano antes y después de la declaración del estado de alarma y las medidas de confinamiento, actualizada a 30 de abril. Para el caso de Madrid se basa en los datos de las 24 estaciones de medición de la contaminación de la ciudad.

Entre sus principales conclusiones, destacan:

Desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, se ha producido una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por NO2 en las principales ciudades españolas, reducción que se ha cuantificado en un 58% de los niveles de contaminación habituales en estas fechas, durante la última década. En Madrid esta reducción ha sido del 59%.

La mejora de la calidad del aire en Madrid está siendo general, tanto en el centro de la ciudad como en la periferia del municipio, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación adoptadas. Tampoco se aprecian diferencias significativas entre las diversas prórrogas del estado de alarma, en las que se han aplicado restricciones de diversa intensidad, si bien sí que se observa un cierto patrón típico semanal: fines de semana con menos contaminación, dentro de unos niveles muy bajos en general.

  • Plaza del Carmen, la estación ubicada dentro de Madrid Central, tuvo una media durante el mes de abril de 2020 de 14 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire, la más baja jamás registrada en su historia (un 62% menos que la media de la década anterior). El registro anterior más bajo, en abril de 2019, ya con Madrid Central en Marcha, fue de 22 µg/m3.

Los niveles de NO2 registrados durante el estado de alarma en Madrid son los más bajos para los meses de marzo y abril de la última década. Se mantienen además muy por debajo del valor límite legal y la guía anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando en las estaciones de tráfico dicho umbral se supera frecuentemente, especialmente en el mes de marzo.

Las precipitaciones y la inestabilidad atmosférica predominantes durante la primavera también han contribuido de manera importante a mejorar la calidad general del aire. Éste ha sido el abril más lluvioso desde que se tienen registros, y marzo fue también muy húmedo.

La crisis de la COVID-19 demuestra que la reducción estructural del tráfico motorizado y los cambios en las pautas de movilidad son la mejor herramienta para rebajar la contaminación del aire en las ciudades, aun teniendo en cuenta la excepcionalidad de la situación extrema que estamos viviendo.

En definitiva, esta dramática situación creada por la COVID-19 viene a corroborar algo en lo que viene insistiendo Ecologistas en Acción y toda la comunidad científica: que la reducción del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública. Por eso es tan importante el mantenimiento y ampliación de medidas exitosas como Madrid Central, y la aplicación del Plan A, sin los recortes que pretende el actual gobierno Municipal en su Plan Madrid 360, a pesar de que ha sido muy publicitado sin estar formalmente aprobado.

Para que no vuelva la contaminación en la desescalada a niveles malsanos, Ecologistas en Acción propone en Madrid mantener buenas prácticas como la compra de proximidad, el teletrabajo voluntario, la administración electrónica o el escalonamiento de horarios laborales.

De manera inmediata, debe potenciarse la movilidad activa peatonal y ciclista, cediendo más espacio para estos medios y estableciendo el límite de velocidad urbana en 30 kilómetros por hora. Se deben ampliar aceras y ajustar los tiempos semafóricos para que no se acumulen muchas personas en los cruces, aumentando la frecuencia de paso de peatones. Hay que reservar carriles hasta ahora usados por los coches para el tránsito de bicicletas, como están haciendo muchas ciudades europeas.

El transporte público es esencial para la movilidad urbana, por lo que debe garantizarse su viabilidad con una ley de financiación de carácter estatal y revertir los recortes presupuestarios a los que lo viene sometiendo la Comunidad de Madrid desde hace años. La creación de carriles bus en las calles de Madrid, y en las vías de acceso también es otra medida necesaria para mejorar la frecuencia de los autobuses y poder operar con una menor densidad de viajeros.

Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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