¿GRADUACIONES EN PRIMARIA? La delirante celebración de ceremonias de graduación en cada etapa escolar plasma la constatación a todas luces evidente de la decadencia de una sociedad que necesita solemnizar cada milímetro que se recorre como si se tratara de una proeza destacable para no asumir que vivimos en una época de estancamiento social y cultural más que evidente.
OJO. Soy partidario de celebrar muchas cosas en la vida… Me gustan las celebraciones, pero una cosa son las celebraciones particulares (incluida la de festejar con tus hijos han terminado un curso o se han sacado el carne de conducir por poner dos ejemplos) y otra muy distinta es organizar ceremonias ridículas por parte de las instituciones que deberían aportar cordura a la sociedad, incluso en algunas escuelas infantiles donde organizan ceremonias pomposas de «graduación» con solemnidad y mini birretes y los familiares comportándose como si los pequeñajos salieran de Harvard, tal vez enviándoles un mensaje algo erróneo sobre la vida y el valor del esfuerzo.
En mi opinión, esto forma parte de una estrategia de ingeniería social -que siempre se propagan con facilidad por mera imitación- para fomentar la cultura del mínimo esfuerzo… y está traduciéndose en muchas cosas. Por ejemplo: «El Camino de Santiago». Hace años «Hacer el camino» era comenzar en Pirineos – Roncesvalles- y llegar después de muchas etapas y cientos de kilómetros a Santiago de Compostela, daba igual si lo hacías del tirón o por fases y tardabas más tiempo, incluso años. Ahora decir que has hecho «El Camino» es salir desde Sarria, hacer 4 etapas en 4 días (el llamado «turicamino») Y ya has hecho el Camino de Santiago, según esta moda. Cuando lo verdaderamente interesante y el verdadero sentido de ese camino es recorrer todas esas comarcas de España… En fin, la cultura del mínimo esfuerzo, la imponen, y se va propagando en todo, trabajos, familia, etc.
