Expertos de 22 países, reunidos en Toledo, diseñan un plan de acción a doce años para asegurar la conservación de los buitres. La reunión, preparatoria de la próxima cumbre de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, ha expresado su preocupación por el uso veterinario del fármaco diclofenaco, mortal para los buitres.
De las 23 especies que existen en el mundo, 16 están amenazadas. Es más: cuatro especies asiáticas y otras cuatro africanas se hallan en peligro crítico. Su conservación a escala mundial ocupará un papel destacado en la próxima cumbre de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias (CMS), que se celebrará en octubre en Filipinas. Y en Toledo acaba de concluir la última reunión preparatoria para este encuentro. En ella, 43 expertos de 22 países han perfilado un plan de acción de 12 años de duración para garantizar la conservación de todas las especies de buitres.
En el encuentro -que se convocó tras un proceso de reflexión en el que han intervenido 200 expertos de África, Europa, Asia y Oriente Próximo-, los participantes han acordado proponer la inclusión de 10 especies de buitres africanos y asiáticos en el apéndice 1 de la CMS, también conocida como Convención de Bonn, lo cual pondrá de relieve el verdadero grado de amenaza de estas aves y reflejará sus necesidades reales conservación. Se trata del buitre cabecirrojo, el dorsiblanco bengalí, el indio y el picofino, todos ellos propios de Asia; y el de Ruppell, cabeciblanco, dorsiblanco africano y el alimoche sombrío en África.
Más de 100 acciones para proteger a los buitres.
El plan de acción propuesto incluye más de 100 acciones para hacer frente a las principales amenazas que sufren las poblaciones de buitre. Entre ellas, la prohibición del uso de productos tóxicos que afectan a los buitres -incluyendo cebos envenenados-, y la sustitución de la nociva munición de plomo. De igual modo, el documento defiende el fin el comercio de partes de buitres utilizados en hechicería, especialmente en África y Asia; minimizar la mortalidad por electrocución y colisión en tendidos y aerogeneradores; y garantizar que las aves dispongan de suficiente alimento libre de sustacias tóxicas.
“La situación de emergencia en la que se encuentra la mayoría de los buitres del Asia y Europa exige un plan de choque inmediato. No solo son especies maravillosas que debemos conservar, sino también proveedores de servicios ecosistémicos clave gracias a su posición en la cúspide de la pirámide trófica. Estamos exterminando, muchas veces sin quererlo, a verdaderos aliados. Sin ellos, el coste de eliminar los cadáveres de los campos será enorme”, expone el director de Conservación de BirdLife en Europa y Asia Central, Iván Ramírez.
“En la reunión se ha hecho hincapié en la insensatez de algunos Gobiernos, como el de España y el de Italia, al autorizar el uso veterinario del diclofenaco, un fármaco antiinflamatorio inocuo para el ser humano pero mortal para los buitres. España es el último lugar del planeta con altas densidades de buitres y ya no es un país seguro para ellos. El Ejecutivo español debe prohibir cuanto antes el uso veterinario de este medicamento , más aún cuando hay otros productos alternativos seguros para las aves”, expone Juan Carlos Atienza, director de Conservación de SEO/BirdLife.
Portugal especialmente preocupante.
Para BirdLife Europa, resulta especialmente preocupante que Portugal esté valorando autorizar el uso veterinario del diclofenaco. Una decisión de este tipo podría ir en contra de la resolución 11.15 aprobada por la Conferencia de Partes de la CMS en Quito de 2011, que incluso contó con el voto favorable del Gobierno portugués.
En el subcontinente indio, la región que contaba con mayores densidades de buitres del planeta, el uso veterinario del diclofenaco provocó la desaparición del 99% de los buitres en menos de 10 años. Desde 2006 está prohibido en todos los países de la región.
La Junta de Castilla-La Mancha y SEO/BirdLife fueron las entidades anfitrionas del Taller de celebrado en la capital castellanomanchega como corazón de una de las regiones europeas más importantes para estas especies necrófagas y donde ambas entidades están llevando a cabo grandes esfuerzos de conservación.