Restauración de una zona protegida de El Molar ocupada por una construcción ilegal que ahora se utilizará para uso agrícola y ganadero

Formada por 11 instalaciones, constituía una infracción urbanística y un delito contra la ordenación del territorio

La Comunidad de Madrid ha finalizado las obras de  demolición de una edificación ilegal ubicada en el Paraje Arroyo del Povo, en el municipio de El Molar, que se encontraba construida en suelo no urbanizable de  protección. Así, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, a través  de la Dirección General de Urbanismo, ha restaurado la zona alterada preservando el medio ambiente, con una inversión de más de 414.000 euros

La construcción estaba formada por 11 instalaciones

La construcción estaba formada por 11 instalaciones entre las que se encontraba  un edificio de tres alturas cuya estructura estaba aún sin finalizar, una vivienda  unifamiliar aislada y tres naves industriales. Además de una infracción urbanística,  al realizarse sin ningún título habilitante, constituía un delito contra la ordenación  del territorio. 

Presencia de okupas y otras actividades ilegales

El Molar

Con esta actuación, el Ejecutivo autonómico ha resuelto, por un lado, una  problemática medioambiental, derivada del impacto visual del edificio en un suelo  protegido. Y, también, a nivel de convivencia ciudadana, puesto que estaba  siendo motivo de preocupación en la población, por la presencia de okupas y otras  actividades ilegales. 

Naturalización de la parcela

Además de devolver el suelo a su estado natural y protegerlo frente a la erosión, el objetivo de esta intervención era realizar una naturalización lo más pronta  posible de la parcela. Así, se ha recuperado material para uso agrícola y ganadero  como pacas de paja, guano, estiércol y virutas de madrea presente en las naves.  

Actuaciones

Entre las actuaciones se hizo circular sobre la paja un buldózer (utilizado principalmente para el movimiento de tierras en trabajos de excavación) a modo  de trilla, con el fin de separar el grano y romper a su vez las espigas más largas  y así producir una repartición más uniforme sobre el terreno. Además, los  ganaderos locales pueden aprovechar y hacer que su ganado paste buscando  algo de grano y las mejores espigas de la paja, favoreciendo también el aporte de  nutrientes al terreno.

Paula de Marcos Aragónhttps://www.cronicanorte.es
Paula de Marcos Aragón, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Algete. Es redactora en Crónica Norte desde 2021. Aficionada a la fotografía y a los reportajes y documentales de periodismo de investigación.

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