Tejidos y órganos humanos presentan microplásticos y nanoplásticos

Estudios anteriores han encontrado microplásticos en los océanos y el aire, en la tierra, en los alimentos y en los animales marinos. Pero un nuevo estudio del Centro de Ingeniería de Salud Ambiental de la Universidad Estatal de Arizon (ASU), dirigido por el profesor Ralph Halden de las Escuelas de Fulton, indica que los órganos y tejidos humanos también pueden absorber microplásticos y nanoplásticos.

Las conclusiones a las que llega este estudio es que algunos órganos y tejidos humanos ya presentan microplásticos. Algunas de estas partículas plásticas tienen un tamaño microscópico, lo que hace complicado poder rastrearlas en el entorno que contaminan, pudiéndose encontrar en prácticamente todos los lugares del mundo y, por supuesto, en el agua y los alimentos que consumimos, especialmente en los que proceden del medio marino.

Futuros estudios evaluarán los riesgos para la salud humana

 Halden dice que los investigadores del centro tienen la intención de desarrollar una base de datos de exposición a plásticos como una herramienta para futuros estudios para comparar las exposiciones a estos plásticos en grupos de personas a lo largo del tiempo y en diferentes lugares. 

Varun Kelkar, asistente de investigación graduado y coautor del estudio, dice que el siguiente paso es realizar estudios epidemiológicos para evaluar si existen riesgos importantes para la salud que plantean las acumulaciones de plásticos no biodegradables en los tejidos del cuerpo humano.

microplásticos y nanoplásticos

Poco a poco han ido apareciendo nuevas investigaciones cuyas conclusiones muestran que las partículas plásticas parecen más peligrosas de lo que inicialmente han determinado agencias como la EFSA. Se puede citar, por ejemplo, el estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, en el que se concluía que los peces en estado larval consumen partículas de microplástico por lo que puede afectar a su desarrollo y supervivencia.

Otro estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad de Utrecht llegaba a la conclusión de que estas partículas plásticas podían afectar a la salud humana, ya que descubrieron que las células inmunes que fagocitan microplásticos de un tamaño de 10 micras, mueren poco después, esto no ocurre en su actividad habitual con bacterias y otros cuerpos extraños.

Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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