El cambio climático y el consecuente calentamiento global está afectando al ciclo natural de las plantas, en especial los árboles, los cuales cada vez crecen a mayor altitud y han adelantado la época en la que brotan sus hojas.
Cada vez más leyes de la naturaleza se están viendo violadas por este problema ambiental. El deshielo de los polos, subida del nivel del mar, problemas de salud en los humanos y ahora las plantas tratan de adaptarse a estos cambios cada vez más bruscos.
Los árboles, los cuales tardaron en hacer caer sus hojas en un otoño inexistente en 2017 y han comenzado a hacer brotar las nuevas, dos semanas antes de lo normal. Además diferentes especies de árboles se despliegan por cotas cada vez más altas y los frutos adelantan su maduración.
La brotación depende de la latitud, longitud y altitud
A finales del siglo XIX, un científico estadounidense, el autodidacta Andrew Delmar Hopkins, descubrió que la primavera no llegaba a la vez a todos los lugares. La brotación de las hojas y las flores, el regreso de los gansos o la eclosión de infinidad de insectos dependía de la latitud, longitud y altitud.
No solo lo descubrió, también lo midió. Así, comprobó que los árboles caducifolios reverdecían con cuatro días de retraso por cada grado de latitud norte extra. En los paisajes montañosos, el despertar llega un día más tarde por cada 100 pies (unos 30 metros) de altura de más. Aunque con excepciones locales, esta ley bioclimática de Hopkins se cumple a grandes escalas en las regiones templadas del planeta.
Apoyados en miles de observaciones recogidas desde los años 50, los autores del estudio, publicado enPNAS, determinaron que la brotación de las hojas en las cotas más bajas, en torno a los 200 metros a nivel del mar, se producía a mediados de abril. Unas hojas que no aparecían en las cotas más altas, sobre los 1.800 metros, hasta 34 días después. En 2014, último año del estudio, ese gradiente temporal se ha reducido hasta los 22 días. De media, la brotación se ha ido adelantando un día por década desde 1960, aunque el proceso se ha acelerado desde 1980, con 2,2 días de estrechamiento por década.
El calentamiento global está dándole más días fríos a los árboles de las alturas
La clave parece estar en el frío del invierno y, por paradójico que parezca, el calentamiento global está dándole más días fríos a los árboles de las alturas.
La mayoría de las plantas compensan entre temperaturas frías en invierno y cálidas en primavera, cuanto más frío sea un invierno (siempre por encima de 0º) menos calor necesita en primavera y al revés.
Las hormonas reguladoras de la planta aprovechan este tiempo de letargo para preparar la planta para la brotación, floración y fructificación de los meses cálidos. “En las altitudes los árboles se van a ver beneficiados pero el fenómeno es tan rápido que las especies que dependen de ellos o se adaptan a la misma velocidad o tendrán problemas”, añade.