Ciudades de todo el mundo se reúnen para regular los efectos de los fenómenos sociales Uber, Airbnb

Barcelona acogerá entre el 12 y el 15 de noviembre de 2018 la Sharing Cities Summit 2018, organizada por el Ayuntamiento de Barcelona y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en la cual participan 48 ciudades de todo el mundo.

Sharing Cities Summit se integra dentro del Smart City Expo World Congress 2018 (SCEWC) y cuenta con la participación de representantes de gobierno de ciudades globales como Madrid, Barcelona, Ámsterdam, Estocolmo, Lisboa, Montreal, Nueva York, París, São Paulo, Seúl, Singapur, o Viena. La cumbre tiene por objetivo debatir y compartir experiencias, retos y oportunidades que plantea la irrupción de la economía de plataforma o colaborativa.

Ciudades Colaborativas

El encuentro dará lugar a la Declaración de las Ciudades Colaborativas, un compromiso entre las ciudades para hacer prevalecer unos principios compartidos en el ámbito de la economía de plataforma. Por un lado, se quiere crear un nuevo frente común de las ciudades para negociar con las grandes plataformas que generan un impacto disruptivo, y por otro, promocionar plataformas basados en modelos socialmente responsables.

Barcelona, ciudad de referencia mundial de modelos de negocio abiertos, organiza el encuentro después de las ediciones celebradas en Nueva York (2017) y Ámsterdam (2016), y para ello cuenta con la colaboración de las dos ciudades.

En qué consiste la economía colaborativa

La economía de plataforma –que se organiza en «comunidades» de usuarios que colaboran entre ellos mediante una plataforma digital– está creciendo de forma rápida y exponencial. Se ha convertido en una de las principales prioridades de los gobiernos de todo el mundo, debido a su fuerte impacto sobre la vida y el desarrollo económico de las ciudades. La aparición disruptiva de los casos más conocidos, por ejemplo Airbnb o Uber, genera una gran controversia pública. Las ciudades confirman la urgencia de desarrollar una estrategia conjunta para afrontar los desafíos e impactos negativos que generan algunas de las plataformas, y de proporcionar estándares comunes a las ciudades para dar claridad al mercado.

Pese a los retos que representan estos nuevos modelos económicos, las ciudades consideran que pueden ser a la vez una gran oportunidad para crear una economía urbana más inclusiva, participativa y diversa. Estudios recientes de investigación han desarrollado herramientas para diferenciar entre varios modelos de plataformas digitales, e identificar el impacto más amplio que tienen sobre las ciudades. Esta nueva economía se puede alinear con los intereses de la ciudad. Hay modelos de éxito que son socialmente responsables, como por ejemplo el procomún, el cooperativismo de plataforma y las organizaciones descentralizadas basadas en una economía social y el conocimiento abierto.

Durante tres días, dentro del estand, en el área del ágora, habrá una programación de más de 25 actividades, debates, mesas redondas o talleres que muestran el éxito de este nuevo modelo económico que se está construyendo.

Barcelona: referencia mundial de modelos de negocio abiertos

No es casualidad que Barcelona lidere este encuentro global, tanto por el ecosistema existente como por el impulso que el Ayuntamiento de Barcelona ha dado a estas iniciativas económicas. Barcelona es una referencia mundial en modelos socialmente responsables de la economía de plataforma. Así lo demuestra el reciente trabajo de investigación del grupo de investigación Dimmons de la UOC, que se publicará con ocasión de la cumbre.

«Sharing Cities: A worldwide cities overview on platform economy policies with a focus on Barcelona» identifica y analiza 100 plataformas en Barcelona que tienen un enfoque socialmente responsable y que son una muestra positiva de nuevas maneras de interacción entre la ciudadanía para autoorganizarse y generar crecimiento económico. Las plataformas operan en 28 áreas de actividades económicas diferentes, desde la creación y la compartición de culturas colaborativas, hasta la energía o el consumo agroecológico. El estudio detecta una etapa de expansión de la producción colaborativa apoyada por plataformas digitales, con el potencial de irrumpir en cualquier ámbito de actividad económica de la ciudad.

Som Mobilitat, Katuma, Som Energia, Smart IB, Moodle, Wikiloc, Wikipedia o Mensakas son ejemplos significativos de estas plataformas socialmente responsables y alineadas con el interés general de las ciudades. Son activos en el ámbito de la movilidad eléctrica compartida, la distribución de alimentos ecológicos, el software libre, los datos abiertos y el servicio de la comida a domicilio.

Esta visión económica, que combina gobernanza participativa y responsabilidad social y ecológica, vínculo local, y apertura de conocimientos y tecnologías, representa un paradigma diferente de entender la economía que se alinea mejor con el interés general de las ciudades sin crear impactos disruptivos o colisionar con derechos, como por ejemplo el derecho a la vivienda o derechos laborales. La ciudad de Barcelona apuesta claramente por incluir en el debate sobre la smart city estos casos que parten de colaboración ciudadana real.

Sector emergente y en expansión rápida

Los datos evidencian que el sector de la economía colaborativa en muchos casos es un sector emergente y en expansión rápida. La idea de modelos de negocios abiertos, que pretenden que otros empresarios copien la idea empresarial, la implementen en su territorio y colaboren para mejorar el proyecto, es un concepto nuevo, pero con un potencial innovador enorme. El Ayuntamiento de Barcelona ha optado por impulsar y profesionalizar este ámbito económico, dado el impacte positivo para la ciudad que genera, y teniendo en cuenta la rica tradición existente en proyectos cooperativos. Por eso ha impulsado, desde Barcelona Activa, un programa de emprendimiento específico para modelos de negocio procomunes que es pionero en el mundo: La Comunificadora. El programa orienta start-ups a buscar la viabilidad económica con modelos de negocio abiertos, inclusivos, responsables medioambientalmente y reproducibles.

Otra línea es la campaña de matchfunding, que este año ha impulsado 22 proyectos. Con una subvención total de 230.000 euros, se opta por estimular nuevas miradas para construir una ciudad más social, sostenible y con una preocupación ética. Barcelona también es referente en innovación de políticas públicas al organizar sesiones de cocreación ciudadana de su política en economía colaborativa, y al compartirla con otras ciudades. Barcelona Activa organizó en 2016 y en 2017 la conferencia Procomunes, un espacio de debate, interacción y networking sobre modelos de negocio procomunes. Esta dinámica ha llevado a la Fundación Nesta –referente en el análisis de innovación global, con base en el Reino Unido– a destacar el rol pionero de modelos de negocio abiertos que se impulsan en Cataluña en una presentación a la Comisión Europea.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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