La mayoría de los viajeros al pensar en España inmediatamente hacen planes para visitar sus grandes ciudades como Madrid o Barcelona ya que al ser las más grandes son las que más se promueven para el turismo. Sin embargo existen joyas entre las ciudades menos conocidas como Logroño.
Logroño es la ciudad capital de la región de La Rioja situada en la parte norte del país junto al río Ebro. Esta ciudad es conocida por muchas cosas entre las cuales destacan sus impresionantes iglesias, maravillosos parques y, en especial, su exquisito vino.
Para los amantes del vino…
Si eres uno de los amantes del vino no debes dejar pasar la oportunidad de visitar Logroño y lo que tienen que ofrecer sus tabernas, bares y bodegas. Puedes acudir a varias bodegas situadas a las afueras de la ciudad, entre ellas se encuentra la Bodega del Marqués de Murrieta, en donde podrás conocer el proceso por el que pasan las uvas para convertirse en vino y además ser parte de alguna de las catas que ofrece el lugar.
Si lo tuyo es también adentrarte en el mundo gastronómico de la región, el lugar ideal para combinar tu gusto por el vino y por la comida es sin lugar a dudas la famosa Calle del Laurel. Con más de 50 bares a lo largo de esta vía, tendrás como reto tratar de visitarlos todos ó la mayor cantidad que te sea posible. En cada uno encontrarás diferentes pinchos especiales que podrás acompañar de un delicioso vino de la región y música tradicional a media tarde, todo esto hará de tu estancia en esta calle un momento para recordar siempre.
Si los vinos de la región te han dejado fascinado y quisieras llevarte una parte de esta maravillosa ciudad contigo es indispensable que visites en la Calle el Peso, la tienda de vinos con el mismo nombre, uno de los mejores lugares en la ciudad que cuenta con una gran variedad de vinos locales, excelente para quien quiera conseguir algunas botellas de buen vino.
Busca un hotel céntrico
Claro que además de su característica riqueza vinícola, la ciudad de Logroño también ofrece vistas monumentales y espectaculares. Hospédate en alguno de los hoteles céntricos en Logroño y visita todo lo que se encuentra en el casco antiguo de la ciudad. Uno de los puntos más representativos de la ciudad es la Concatedral de Santa María la Redonda, en donde encontrarás vestigios de arte renacentista. Si lo tuyo es la naturaleza, debes pasar una tarde en el pulmón de la ciudad: el Parque del Ebro. Antes de visitar el parque pasa por las Bodegas Franco Españolas, un lugar ideal (y a unos cuantos pasos del Centro Histórico) para continuar con la aventura vinícola en la ciudad y, que además, cuenta con actividades también para los niños, es un lugar perfecto si te encuentras visitando la ciudad en compañía de los más pequeños de la familia.
¡No esperes más, conoce Logroño y todas su maravillas! Hay algo para todos en esta ciudad.
