Tras dos meses de confinamiento, los ciudadanos están disfrutando de unas ciudades más limpias, menos contaminadas y más naturalizadas. La presión humana ha disminuido en los entornos urbanos y periurbanos, permitiendo que la naturaleza recobre en parte su equilibrio natural.
SEO/BirdLife y la FEMP han enviado una carta a los responsables de los municipios de todo el territorio solicitando que tengan en consideración los ciclos vitales de las especies urbanas a la hora de retomar los trabajos de mantenimiento de la infraestructura verde urbana, tras el periodo de confinamiento. De esta forma se pueden evitar daños a la biodiversidad, como la destrucción de nidos de aves en las labores de poda o favorecer a la flora autóctona, insectos, pequeños invertebrados y a las aves reduciendo la frecuencia de siegas en algunas zonas o minimizando el uso de herbicidas.
Ciudades sostenibles
La ONG apunta que para poder tener unas ciudades resilientes, saludables y sostenibles, es necesario reflexionar y cambiar el modelo de gestión hacia unos entornos urbanos en los que se respete la naturaleza como principal aliado para la alcanzar ese fin.
Por todo ello y con el fin de seguir disfrutando y cuidando de la biodiversidad urbana, SEO/BirdLife y la FEMP animan a reflexionar sobre el posible impacto de las actividades de mantenimiento que se pongan en marcha en estas fechas, así como la posibilidad de plantear algunos cambios en la gestión de la infraestructura verde de sus municipios que supondrían un enorme beneficio para la biodiversidad y, en consecuencia, para el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas.
Las ventajas de gestionar el verde urbano con criterios ambientales
“Una de las cuestiones que ha hecho evidente la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 es que se debe cambiar nuestra relación con la naturaleza, ya que es una aliada importantísima para garantizar nuestra salud y nuestro bienestar” afirma Beatriz Sanchez, responsable de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.
La integración de criterios ambientales en el diseño y gestión del verde urbano puede contribuir a luchar contra la pérdida de biodiversidad asociada al crecimiento urbano y reforzar los servicios ambientales que éste aporta, consolidando su papel como infraestructura verde. “Asimismo facilita el acercamiento a la naturaleza en plena ciudad, algo que los ciudadanos y ciudadanas consideran como positivo en general, como se ha visto estos días de confinamiento”, añade Sánchez.
Conservación de la biodiversidad
Para integrar la conservación de la biodiversidad en la gestión del verde urbano son necesarios cambios en el diseño y en las rutinas de mantenimiento y gestión de las zonas verdes urbanas. Estas deben y pueden ser compatibles con las necesidades de uso público y el mantenimiento de los valores históricos, culturales, arquitectónicos y ornamentales.
Para el Secretario General de la FEMP, Carlos Daniel Casares, la incorporación de criterios ambientales en la gestión de los espacios verdes urbanos “se está convirtiendo en necesidad para las ciudades y para quienes las habitan. La reducción de emisiones en las áreas urbanas durante estas semanas nos ha enseñado mucho sobre la fortaleza del verde urbano y su capacidad de recuperación. Es el momento de impulsar también en los procesos de mantenimiento y gestión pautas que consoliden la biodiversidad de esos espacios de naturaleza en nuestras urbes”.
Ajustar las podas a criterios biológicos
En relación con las podas, SEO/BirdLife recibe cada primavera decenas de denuncias ciudadanas por podas en primavera, en plena época de cría de las aves, que causan graves molestias y la pérdida de numerosas puestas y pollos. Esto es debido a que en ocasiones el calendario de podas no se ajusta a criterios biológicos, sino a las posibilidades o a la disponibilidad de presupuestos o de mano de obra para acometer los trabajos. Para evitar esto, un buen ejemplo es el ayuntamiento de Las Palmas, que se han comprometido recientemente a no realizar podas en primavera, en respuesta a una carta enviada por SEO/BirdLife a todos los municipios canarios a través de la Federación Canaria de Municipios (FECAM).
Además de las fechas, en la planificación de las podas también se debería tener en cuenta la necesidad de mantener zonas refugio para la fauna urbana, tanto en el arbolado como en setos y arbustos. En este sentido, otro buen ejemplo a seguir sería el establecido en el Plan Director del arbolado de Barcelona, que establece como una de sus líneas estratégicas podar lo mínimo necesario para garantizar la seguridad de los ciudadanos.