El Barrio llena el anfiteatro del Parque de la Marina de San Sebastián de los Reyes
Jose Luis Figuereo «El Barrio» como cada noche que se asoma a su escenario se convierte en el maestro de ceremonia de un club muy selecto. Sus seguidores, a primera vista, pueden confundir al ojo poco entrenado sobre movimientos sociales. Pueden hasta parecerle una secta, con sus gorros y su indumentaria mimetizando a este gurú de los sentimientos populares. Pero el «ser barriero» es algo muy distinto a una secta, el denominador común de sus seguidores, lo que les ata a este alquimista de las emociones son sus letras y con ellas, la poesía directa y sencilla que cala hasta lo más hondo de quien se engancha a sus canciones. El Barrio destila verdad desnuda sobre la vida, sobre las emociones y las vivencias de la gente normal, de la gente que tiene que tirar del carro, es por esta sencilla ecuación tan fácil de contar pero tan difícil de reproducir, por la que este artista arrastra a masas en sus conciertos…
…Sus letras llegan, más allá de etiquetas, su música también llega, el pop aflamencado con guitarras rockeras que traen recuerdos de otros grandes de otras décadas.
El Barrio también triunfó en san Sebastián de los Reyes, el maestro de ceremonias se esconde en su sombrero y allí cuece la poesía de puchero de barrio, de la luz de su tierra, de esas playas infinitas y de esa gente tan autentica, esa gente de barrio.
Solo le bastaron dos frases para meterse al público en el bolsillo, respiro, se sacudio por los hombros su camiseta negra, como quitándose la timidez de golpe y empezó poco a poco la catarsis colectiva donde todos esos gorros negros son uno.
Fotos y texto: Angel Sánchez / Crónica Norte (c)