El boom del deporte femenino en el norte de Madrid

En el norte de Madrid, el deporte femenino está viviendo un momento decisivo. Alejados de las luces de neón, los clubes de barrio y los deportistas locales se vienen consolidando a través de una revolución silenciosa basada en el esfuerzo, el talento y el compromiso social. Afortunadamente, los tiempos cambian y aumenta el número de mujeres y niñas que practican deporte federado y, aunque todavía existe un amplio margen en las desigualdades, el camino recorrido ya merece ser contado.

Para sorpresa de algunos, el deporte femenino representa aproximadamente un 25 % del total de licencias federadas en España. Una cifra impactante comparada con hace tan solo una década, pero que aún refleja la desigualdad tradicional, histórica, que el deporte femenino vive.

Algunos deportes crecen más que otros, concretamente en disciplinas como el pádel, las mujeres suponen ya el 36 % de las licencias, un dato que muestra cómo las nuevas generaciones están encontrando y utilizando espacios más abiertos para desarrollarse.

En la Comunidad de Madrid, la tendencia es similar. Miles de mujeres entrenan cada semana en gimnasios, clubes de barrio, escuelas municipales y equipos federados. La visibilidad mediática ha comenzado a jugar a favor, y eso ha traído consigo nuevas formas de apoyo. Incluso plataformas de apuestas online están empezando a incluir algunas competiciones femeninas en sus servicios, una realidad indicativa de que el interés del público está cambiando.

La clave está en el trabajo desde la base, donde familias, entrenadoras y responsables municipales sostienen proyectos que no siempre tienen grandes presupuestos, pero sí una enorme convicción.

Referentes del norte que hacen historia

El Madrid CFF, con sede en Tres Cantos, es ya la cantera femenina más numerosa de España, con más de 650 jugadoras. Su proyecto, que combina fútbol base y un equipo en la Liga F, demuestra que apostar por el deporte femenino desde lo local puede generar referentes nacionales. Además, iniciativas como la “Grada Rosa” han creado comunidad, acercando a niñas y jóvenes a los partidos en un ambiente inclusivo y participativo.

En balonmano, el Club Sanse Femenino se mantiene como uno de los pilares del deporte en la zona norte, tanto en categoría juvenil como sénior. Con una larga tradición y una base consolidada, sigue compitiendo a buen nivel regional.

También el Club Voleibol Alcobendas ha dado continuidad a su equipo femenino, que compitió en la élite nacional durante varias temporadas y ahora trabaja en la recuperación de su estructura base. Su escuela deportiva sigue siendo una de las más activas del municipio.

En deportes de equipo o individuales, las niñas del norte de Madrid ya no solo participan, también compiten, ganan y sueñan con ir más lejos.

Rugby, patinaje y nuevas disciplinas en auge

El rugby femenino ha crecido de forma notable en el noroeste de la región, con clubes como el CR Majadahonda manteniéndose en División de Honor. En Alcobendas, donde el equipo sénior femenino aún no tiene presencia nacional estable, las categorías inferiores sí están apostando por el desarrollo de jugadoras desde los 8 años, con programas formativos cada vez más sólidos.

El patinaje artístico también cuenta con un alto nivel de participación femenina. Clubes como los de Tres Cantos o Alcobendas han logrado medallas en campeonatos autonómicos, y cada temporada consolidan su presencia en el calendario competitivo madrileño. Es una disciplina exigente, con gran dedicación técnica y artística, que cuenta con el apoyo de muchas familias en la zona.

Madrid ha sido reconocida como capital europea del atletismo por su capacidad para acoger eventos internacionales y la calidad de sus instalaciones. Sin embargo, ese reconocimiento no siempre se traduce en beneficios directos para las deportistas locales, que siguen reclamando mejores horarios, más recursos y apoyo estructural.

Los desafíos que aún quedan por resolver

La falta de igualdad en los presupuestos sigue siendo una de las principales barreras. Muchos clubes destinan más recursos a sus secciones masculinas, tanto en número de entrenadores como en equipamiento o calidad de las instalaciones. Esta diferencia, que parece pequeña en el día a día, se acumula con el tiempo y afecta al rendimiento y la motivación.

Otro reto evidente es la visibilidad. Los partidos femeninos suelen tener menos cobertura, y eso limita la generación de público, patrocinios o incluso interés en los medios. Sin embargo, cuando se apuesta por darles voz, el resultado suele ser positivo con la llegada de más afición, más apoyo y, por lo tanto, más niñas que se atreven a soñar.

También es necesario fomentar la formación de entrenadoras y la presencia femenina en los órganos directivos de los clubes. No basta con que las chicas estén en el campo, es necesario que tengan su espacio en las decisiones y en el diseño de los proyectos deportivos.

Pese a todo, los avances son innegables. La implicación de las familias, la creación de escuelas inclusivas y el compromiso de muchos municipios del norte están logrando un cambio profundo. Y aunque todavía queda mucho por hacer, el camino está claro, hay que hacer más deporte, más igualdad, más comunidad.

El norte de Madrid se está convirtiendo en un territorio donde el deporte femenino deja huella. Cada entrenamiento, cada victoria, cada nueva inscripción en una escuela municipal es un paso más hacia una realidad en la que las niñas no tengan que luchar por su lugar, sino simplemente disfrutarlo.

Noelia
Noelia
Noelia Martinez. Colaboradora habitual de Crónica Norte. Periodista y socióloga. Me considero muy curiosa.

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