Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, han descubierto que, aunque el estrés no causa alergias, evitarlo podría ayudar a los personas alérgicas a tener menos brotes en primavera, según los resultados de un estudio que publica la revista ‘Annals of Allergy, Asthma & Immunology’ y recogido por Europa Press.
«El estrés puede tener varias consecuencias negativas para el organismo, incluyendo un aumento de los síntomas en las personas alérgicas», ha reconocido el especialista en alergias y autor del estudio Amber Patterson, cuyo trabajo también ha mostrado como aquellos pacientes con más brotes de alergia suelen tener un estado de ánimo más negativo, lo que a su vez podría alimentar la aparición de nuevos brotes.
En su estudio analizaron a un total de 179 pacientes durante 12 semanas, de los cuales un 39% registró más de un brote en este periodo. Al analizar las características de este subgrupo de pacientes, vieron como tenían un mayor estrés que el grupo sin tantos brotes.
Aunque no hubo hallazgos significativos entre los brotes de alergia y el estrés en el mismo día, varios de los pacientes de este subgrupo sí que reportaron un empeoramiento de su alergia pocos días después de sufrir un pico de estrés.
«Los síntomas, como estornudos, secreción nasal y ojos llorosos pueden causar un estrés añadido para las personas alérgicas, e incluso puede ser la raíz del estrés para algunos», ha reconocido Patterson, que aboga por aliviar la tensión para intentar minimizar la intensidad de la alergia.
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