El desarrollo de un nuevo bioproceso, impulsado por un equipo multidisciplinario de investigadoras de Argentina, Ecuador y España, promete revolucionar la agricultura al reducir la bioacumulación de cadmio en cultivos clave como el cacao, el tomate y las espinacas. Este avance, que podría tener un impacto global, busca mejorar tanto la salud pública como la competitividad de los agricultores en mercados internacionales.
El cadmio es un metal pesado que contamina los suelos agrícolas y representa una amenaza seria para la salud humana y la producción de alimentos. En países como España y en diversas regiones de América Latina, este contaminante ha afectado especialmente la producción de cacao, un cultivo que enfrenta estrictos límites de cadmio establecidos por la Unión Europea, fijados en 0,8 mg/kg en las almendras de cacao.
Sin embargo, el problema no se limita a América Latina. En Europa, cultivos como el trigo, la cebada y diversas hortalizas también están siendo afectados por la contaminación por cadmio. España, en particular, tiene regiones afectadas por actividades mineras e industriales, como Almería y Huelva, que podrían beneficiarse enormemente de este bioproceso innovador, según los investigadores de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC).
Un bioproceso revolucionario para mitigar la contaminación
El equipo de investigación ha desarrollado un bioproceso basado en un consorcio de hongos nativos que reduce la solubilidad del cadmio en la rizosfera de las plantas. Este enfoque biotecnológico no solo disminuye la absorción de cadmio por parte de los cultivos, sino que también mejora la salud del suelo, lo que favorece la sostenibilidad agrícola a largo plazo.
En pruebas realizadas en cultivos de cacao, los resultados fueron prometedores, mostrando una reducción significativa en los niveles de cadmio en las almendras, lo que permite cumplir con las regulaciones internacionales. Además, los investigadores aseguran que este bioproceso podría ser eficaz no solo en el cacao, sino también en otros cultivos clave para la agricultura mundial, como el tomate, los cítricos o los olivos.

Un futuro prometedor para la agricultura española
Este innovador bioproceso tiene implicaciones profundas para España, donde la agricultura de calidad es crucial tanto para el mercado nacional como para las exportaciones. En regiones afectadas por la contaminación por metales pesados, como Almería y Huelva, la aplicación de esta tecnología podría mejorar la productividad de los cultivos y contribuir a la recuperación de suelos degradados.
Inmaculada García, investigadora de la EEZ-CSIC, destaca la importancia de este avance para la competitividad de los agricultores en los mercados internacionales, al permitirles cumplir con las normativas europeas de seguridad alimentaria. «Este bioproceso representa una solución sostenible para las áreas afectadas por la contaminación por metales pesados», afirma García, subrayando el potencial de la tecnología para mejorar las prácticas agrícolas y restaurar la salud de los suelos.
Impacto global y colaboración internacional
Este proyecto de investigación, respaldado por Fontagro, es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre investigadores de distintas partes del mundo y con diferentes disciplinas puede ofrecer soluciones concretas a desafíos ambientales globales. En el contexto de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad como prioridades globales, los avances de este bioproceso podrían transformar no solo la producción de cacao en América Latina, sino también tener un impacto positivo en muchas otras regiones afectadas por la contaminación de metales pesados en sus suelos agrícolas.
«Este tipo de innovaciones tienen el poder de cambiar la forma en que producimos alimentos, asegurando un futuro más seguro y sostenible para la agricultura global», comentan los investigadores, resaltando el compromiso internacional para enfrentar el reto del cadmio y otras amenazas ambientales en la agricultura.




