Liubliana, capital de Eslovenia, ha conseguido el título de la Capital Europea Verde de 2016 en reconocimiento a sus esfuerzos por promover políticas urbanas económicas, incluido en el ámbito del transporte, en la última década.

La capital eslovena se ha impuesto así a las otras cuatro finalistas del premio: Essen (Alemania), Nijmegen (Países Bajos), Oslo (Noruega) y Umea (Suecia) en una ceremonia en Copenhague, que ostenta el título de Capital Europea Verde 2014. La Comisión Europea excluyó en abril del listado de finalistas a las dos ciudades españolas, Zaragoza y Santander, que figuraban entre las candidatas al premio.
El premio se otorga a una ciudad europea que ha demostrado estándares medioambientales elevados durante un tiempo, y su compromiso en mantener unos objetivos para el desarrollo sostenible futuro de la urbe. El jurado evalúa las ciudades candidatas en base a sus esfuerzos en doce áreas:
- Adaptación y mitigación al cambio climático.
- Transporte local.
- Zonas urbanas verdes.
- Naturaleza y biodiversidad.
- Calidad del aire.
- Calidad acústica
- Gestión y producción de residuos.
- Gestión del agua.
- Tratamiento de aguas residuales.
- Empleo durable y ecoinnovación.
- Rendimiento energético.
- Gestión ambiental integral.
Desde que se lanzó el premio, Estocolmo, Hamburgo, Vitoria-Gasteiz, Nantes, Copenhague y Bristol han sido elegidas como Capital Verde Europa entre 2010 y 2015.
Las ciudades europeas que pueden participar en el concurso deberán tener más de 100.000 habitantes, y también está abierto a los países candidatos a la adhesión: Antigua República Yugoslava de Macedonia, Islandia, Montenegro, Serbia y Turquía, así como Liechtenstein, Noruega y Suiza.
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