La faceta prescriptora de los consumidores se consolida y aumenta la escucha y confianza en las recomendaciones de sus amigos online, construyendo una comunidad basada en la empatía digital. Las nuevas demandas del consumidor a través de Internet son: diálogo, personalización y confianza. El 70% de los españoles pregunta a sus amigos digitales sus opiniones y el 69% confía en sus recomendaciones.
Rastreator.com ha presentado las conclusiones de su ‘IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente’, coincidiendo además con la celebración del octavo aniversario de la compañía. Este estudio identifica, por cuarto año consecutivo, las tendencias de consumo y hábitos de ahorro y comparación de los españoles en general y también dentro de seis sectores concretos. Además de Seguros, Telefonía e Internet, Finanzas, Viajes y Energía, este año se une un nuevo sector: Coches.
Esta edición del estudio identifica un perfil de consumidor más conectado y activo que nunca, que se caracteriza por su faceta social y colaborativa. Hablamos del usuario empático digital, al que le gusta compartir sus experiencias a través de Internet y obtiene de ello beneficios basados en la interacción mutua.
A lo largo de las cuatro ediciones de este estudio, ha sido posible observar cómo han evolucionado las demandas del consumidor español y cómo cada vez ha ido tomando mejores decisiones de ahorro y consumo. El usuario que antes empezaba a mostrar su faceta más prescriptora se ha consolidado ahora de pleno, compartiendo online la información que considera relevante y escuchando las recomendaciones de los demás. Se construye por tanto una comunidad virtual basada en la empatía digital, donde prima la confianza y la colaboración entre usuarios.
Radiografía del usuario empático digital
El avance de la tecnología, la movilidad y la multiplicación de pantallas han propiciado que las demandas del consumidor español evolucionen a pasos agigantados. La necesidad de estar conectados a la Red impulsa a estos usuarios a actuar como amplificadores y distribuidores de contenidos entre sus grupos de referencia. De hecho, tal y como se desprende el estudio, un 87% está convencido de que la tecnología facilita recomendar productos o servicios a terceros.
En este sentido, el 81,3% de los españoles comparte las ofertas interesantes que encuentra con amigos y familiares y hasta 41,4% lo hace concretamente a través de redes sociales. En este último aspecto se aprecia una diferencia notable en función del género y también de edad. Las mujeres comparten por redes sociales más que los hombres (44,7% vs 38,2%), de la misma forma que entre los jóvenes de entre 23 y 34 años este porcentaje sube hasta el 45,7%.
Sin embargo, el consumidor empático digital no solo interactúa con su círculo de conocidos, sino que también mantiene este tipo de relación con amigos virtuales a los que no conoce personalmente. Así, más de la mitad de la población (55%) tiene amigos en redes sociales a los que no conoce personalmente y, de estos un 69% asegura confiar en ellos. Del mismo modo, un 70% de los que tiene amigos digitales les pregunta y se interesa por su opinión sobre determinados productos o servicios antes de tomar una decisión de compra.
La confianza online, el aliado de las empresas
La tecnología ha influido en la forma en que se relacionan los consumidores entre ellos y también ha afectado al modo en que estos interactúan con las empresas. Así, los canales online se presentan como los grandes aliados de las compañías para establecer un mayor diálogo con el consumidor y consolidar su confianza.
En esta línea, el 87% de los españoles cree que las empresas deberían aprovechar mejor los canales online para interactuar con sus clientes presentes y futuros, y la mayoría (86,2%) afirma que se siente frustrado cuando trata de comunicarse con una empresa y no obtiene respuesta.
Junto al diálogo y la confianza, la personalización es otra de las nuevas demandas del consumidor digital y las empresas deben responder a ellas. Precisamente, nueve de cada diez consumidores (89,5%) creen que las nuevas tecnologías deberían ayudar a las empresas a ofrecer productos y servicios más personalizados y, para ello, no tendrían inconveniente en compartir su información personal. De hecho, a más de la mitad de la población (53,7%) no le importa ofrecer su información personal a las empresas si es para mejorar el servicio que estas ofrecen y adaptarlo en la medida de lo posible a sus necesidades concretas.