La jornada partida será el nuevo horario habitual en los colegios públicos de Infantil y Educación Especial de Madrid desde el próximo curso

Los centros que ya tengan horario continuado podrán mantenerlo o solicitar cambiar al nuevo mediante votación de las familias

La medida supone un giro en la organización del tiempo escolar. La jornada se dividirá en dos sesiones, de mañana y tarde, con un intervalo de dos horas entre ambas. Esta estructura busca adecuar los horarios escolares a las necesidades actuales de las familias, ofreciendo un margen para la conciliación laboral y familiar, uno de los argumentos clave del Ejecutivo regional.

En los meses de septiembre y junio, los centros podrán seguir aplicando la jornada continua, como ya ocurre actualmente. Además, se respeta la continuidad para aquellos centros que ya tienen aprobada esa modalidad de manera permanente.

Los colegios que ya cuentan con jornada continua no están obligados a cambiarla, pero sí podrán hacerlo si así lo desean, con un proceso más accesible que el actual.

Cambios en el proceso de votación

Una de las principales novedades del nuevo Decreto es que se facilita el procedimiento para cambiar de jornada continua a jornada partida. Hasta ahora, esta solicitud debía ser planteada por dos tercios del Consejo Escolar, y además requería mayoría absoluta entre los representantes de las familias y el profesorado.

Con el nuevo modelo, solo será necesario que un tercio del Consejo Escolar solicite iniciar el proceso de cambio. A partir de ahí, se abrirá una consulta entre las familias que podrá realizarse de forma presencial, por correo o de manera telemática.

Pero quizá el punto más relevante esté en los requisitos para validar la votación: basta con que la mayoría de los votos emitidos sean favorables, sin necesidad de alcanzar un mínimo de participación como ocurría hasta ahora, cuando se exigía que al menos dos tercios del censo total participaran.

¿Mejorará el rendimiento del alumnado?

El Gobierno regional también justifica la medida señalando que la jornada partida podría mejorar el rendimiento de los alumnos, especialmente entre los 3 y 12 años. Esta afirmación, sin embargo, abre un debate educativo que no está exento de controversia. ¿Hay evidencia suficiente de que dividir la jornada en dos tramos mejora el aprendizaje? ¿Cómo afectará esto a la carga horaria y al cansancio de los más pequeños?

De momento, el Decreto mantiene la puerta abierta a la elección. Aunque la jornada partida se establecerá como norma general, la autonomía de los centros y la decisión de las familias siguen teniendo peso en el modelo organizativo.

¿Qué papel juegan las familias?

La nueva norma pone en el centro a la comunidad educativa. Con el ajuste en los requisitos del Consejo Escolar y la modificación del sistema de votación, el papel de las familias gana protagonismo. Se reducen las trabas para iniciar un cambio de jornada y se simplifica el proceso de decisión colectiva.

Este enfoque, según el Gobierno madrileño, busca ampliar las opciones de elección y que cada centro pueda adaptarse mejor a la realidad de sus alumnos y su entorno social.

Paula de Marcos Aragón
Paula de Marcos Aragónhttp://www.cronicanorte.es
Paula de Marcos Aragón, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Algete. Es redactora en Crónica Norte desde 2021.

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