Un estudio realizado por la asociación internacional AISE (International Associations for Soaps, Detergents and Maintenance Products) sobre hábitos de consumo realizado a finales de 2017 entre 4.600 personas de 23 países.
Entre otras conclusiones, esta edición revela una «tendencia decreciente en los consumidores que leen la información antes de usar el producto» en comparación con el anterior informe elaborado en 2008 (del 75% al 60%).
Nos basamos más en la experiencia
«El comportamiento del consumidor -aseguran- se basa más en la experiencia que en la información del envase». Pero, al mismo tiempo, el 56% cree que las tecnologías digitales ofrecerán más oportunidades para acceder a la información. Esta idea les sirve para afirmar que «la industria de la detergencia -inmersa desde mediados de 2017 en la revisión del Reglamento de Detergentes- ve oportunidades reales para trabajar con las partes interesadas para asegurar una información adecuada a los consumidores y, en última instancia, el uso seguro de los productos».
Exceso de información en las etiquetas
Así, y a pesar del éxito en la implantación del citado reglamento -como afirman desde la AISE- la nueva legislación adoptada desde entonces (CLP, Biocidas) ha provocado un exceso de información en las etiquetas, a veces redundante, lo que resulta, dicen, «contraproducente para hacer un uso seguro del producto».