Contrariamente a lo que puede parecer a primera vista, los tiempos inciertos como los que estamos viviendo ofrecen oportunidades de inversión atractivas, siempre y cuando tengamos implementada una buena estrategia de control de riesgos para maximizar ganancias y minimizar pérdidas.
Históricamente, tras grandes cracs bursátiles (una caída brusca de las bolsas en un período breve ) como el de 1929, el de 1987 o el de 2008, se iniciaron ciclos alcistas de mayor o menor duración. Y es que cuando un mercado cae bruscamente, llega un punto en el que prácticamente no tiene más opción que ir hacia arriba: toca fondo.
Mercados de divisas, la opción conservadora
El mercado de divisas, conocido popularmente como Forex, presenta una serie de características que hacen que resulte muy atractivo para inversores de perfil conservador. Por una parte, los principales brókeres ofrecen un bono de bienvenida Forex que permite mojar los pies en el mercado sin correr riesgos. Por otra parte, se trata de un mercado muy líquido, por lo que abrir y cerrar operaciones no presenta problemas en ningún momento. Por último, hablamos de un mercado que responde principalmente a las políticas decretadas por los bancos centrales de cada divisa. No tendrás que andar preocupándote pues de problemas típicos de otros mercados, como la cuestión de la información privilegiada.
Mercados de acciones, la opción intermedia
El mercado bursátil es ideal para los inversores que estén dispuestos a sacrificar la mayor seguridad que ofrece el de divisas a cambio de una perspectiva de mayores ganancias. Algunas compañías han sufrido desplomes grandes debido a la volatilidad tras el anuncio de la propagación mundial del coronavirus y se encuentran a día de hoy infravaloradas a nivel de su cotización. Para otras muchas, este tiempo de crisis ha servido para demostrar su solidez, como ha sido el caso de Amazon o Netflix.
Mercados de criptomonedas, la opción agresiva
Quienes quieran arriesgar a lo grande y, a cambio, tener la posibilidad de ganar también a lo grande, tienen a su alcance el mercado de las criptomonedas. Se trata de la opción más agresiva, ya que estamos ante un mercado todavía muy joven, con problemas de liquidez y un exceso de presencia de productos derivados apalancados. Si miramos el pinchazo de la última burbuja, puede que se nos quiten las ganas de aventurarnos en este tipo de inversión. Pero si nos fijamos en los ciclos alcistas, constataremos que no hay comparación con ningún otro activo a nivel de rentabilidad. Se trata, sin duda, de un mercado que puede ser muy lucrativo, pero no apto para los inversores más aprensivos que tengan aversión a las grandes fluctuaciones de precio repentinas. Además, las incertidumbres a nivel de fiscalización añaden incertidumbre sobre las cotizaciones.
En resumen, tres mercados para tres perfiles de inversor diferentes. Mientras que el de divisas internacionales ofrece más certezas, el bursátil ofrece un buen equilibrio entre riesgo y beneficio. Luego está el de criptomonedas, en el que los beneficios pueden ser muy elevados, pero también las pérdidas. Te toca elegir a ti cuál es el más idóneo para ti.