El juego online se ha convertido, en los últimos años, en una de las prácticas habituales realizadas por los internautas en la red. Nació en locales físicos especializados, pero, con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, toda la actividad se ha ido digitalizando. Ya no es necesario desplazarse a un lugar concreto o estar pendiente de unos horarios: la actividad se ha abierto a todo el mundo de manera inmediata, sin ningún tipo de restricciones y disponible en tan solo un clic.
Hoy en día, son muchas las plataformas que uno se puede encontrar en internet y la elección de una de ellas es tarea complicada. Con el objetivo de poner orden y ofrecer toda la información relevante a los jugadores, han aparecido en el mercado portales especializados en analizar y comparar los servicios. Uno de ellos es Oddschecker, que permite consultar el ranking de casinos online detallando aspectos como la oferta de juegos, la seguridad digital o la presencia en el dispositivo móvil.
Tecnología ya de presente
El juego en línea ha sido, por tradición, uno de los sectores que mejor se ha adaptado a las nuevas tendencias tecnológicas. Eso se puede observar en la consolidación de los contenidos en vivo, algo también muy presente en otras industrias, que ofrecen a los jugadores una experiencia muy parecida a la que se vivía en los lugares físicos, observando lo que sucede en tiempo real en la mesa y haciendo partícipe al máximo a los internautas de la práctica en cuestión. El directo como método de acercamiento.
A su vez, vinculado al párrafo anterior, cabe subrayar la presencia de profesionales de carne y hueso en estas actividades digitalizadas. Durante algunos años, todo estaba informatizado y no se requería la presencia de una figura humana real. Esto ha ido evolucionando hasta el punto de que, en la ruleta en línea o en el popular blackjack, se encuentran crupieres al otro lado de la pantalla dirigiendo la sesión como si de un salón se tratase. El objetivo es ofrecer una experiencia lo más aproximada posible a la realidad.
A todo esto, no podemos olvidar la proliferación de opciones de entretenimiento. Si en las plataformas de contenido audiovisual o las tiendas de aplicaciones se tienen miles de opciones, el casino online no podía ser menos. La gran mayoría de portales disponen de más de mil opciones de juegos entre diferentes tipos o modalidades dentro de una misma actividad. En ese sentido, cabe mencionar la presencia de las tragamonedas con ambientaciones muy variopintas y originales.
Y no menos importantes son los métodos de pago. En la actualidad, ya no existe una hegemonía de las tarjetas de crédito o las transferencias bancarias. Ahora también es posible realizar depósitos o retiradas mediante las billeteras digitales, las pasarelas de pago o las monedas virtuales. Una de las últimas novedades en España son los movimientos mediante Bizum, un sistema vinculado a diferentes entidades bancarias que permite hacer pagos instantáneos entre particulares y comercios.
El futuro de la experiencia
El futuro del casino online, según los expertos del sector, es mejorar aquellas actividades que ya presentan resultados óptimos con los usuarios. Un ejemplo de ello son las prácticas en vivo y en directo. Se pretende ir a mejor en este tipo de experiencia, pues, aunque los contenidos visuales ya acercan mucho al jugador a la acción en cuestión, aspectos como la interacción todavía podrían dar un paso más allá. Se contempla la opción de que, además de chat, se pueda reaccionar en formato audio e incluso vídeo.
Es toda una incógnita hasta dónde llegarán estas vivencias que responden al nombre de inmersivas. Si bien hay plataformas que ya han experimentado con la aplicación de la realidad virtual, no es una tecnología que se haya terminado de asentar por completo. De hecho, excepto en el campo de los videojuegos, no es algo habitual en nuestra sociedad. Ahora cabe ver si en un futuro a corto plazo termina de dar ese salto que muchos esperan que se dé y traslade al usuario a un nuevo universo.
