A los españoles les gusta el pan ya que su consumo aumentó un 2,8% en 2013 con respecto al año anterior. La barra y pistola fueron los formatos más demandados.

El consumo de pan en España se situó en 37,41 kilogramos per cápita en 2013, lo que representa un crecimiento del 2,8% con respecto a 2012, aunque la compra de pan y cereales ha sufrido una contracción del 14% en los hogares desde el inicio de la crisis, según datos de la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac).
De esta forma, durante el último año, los españoles consumieron cerca de 1.668,8 millones de kilos de pan en sus propios hogares, y más de 403,3 millones de kilos en hostelería y restauración.
En concreto, los panes frescos y congelados alcanzaron un valor de de 1,42 millones de toneladas y 3.221 millones de euros, mientras que las restantes 271.142 toneladas y 715.203 euros corresponden a los panes industriales.
Así, el consumo más notable se asoció al pan fresco y congelado (31,44 kilos por persona y año) y, principalmente, al pan fresco normal, con 28,49 kilos per cápita. El pan fresco y congelado concentró el 70,92% del gasto y el pan fresco normal supuso el 90,6% del mercado de panes frescos y congelados, mientras que el pan fresco integral supone otro 9,38%.
Por otro lado, la barra o pistola constituyó el formato más demandado por los españoles, con alrededor del 75% del mercado, y a mucha distancia aparecen las baguettes, con un cuota en torno al 10% de todo el mercado, las chapatas (7%) y el pan payés (4%).