La sectorial del taxi de ATA alerta de que la actual crisis económica está disparando los actos de violencia y la inseguridad entre los trabajadores autónomos del taxi.
El último incidente tuvo lugar en la noche de ayer, cuando un taxista de Benidorm resultó herido de gravedad en el cuello, por arma blanca, durante el atraco de la recaudación y posterior robo de su vehículo, y cuando se encontraba en una gasolinera de la carretera de El Chorrico, en Molina de Segura (Murcia). El pasado siete de julio otro taxista de Sevilla resultó herido. Y así un largo etcétera. Desde el año 90, han sido aproximadamente 45 los taxistas asesinados, lo que les convierte en el colectivo, exceptuando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con mayor índice de asesinatos y violencia durante el desarrollo de su profesión.
“Desde ATA – apunta Miguel Ruano, coordinador de la sectorial del taxi de ATA – alertamos de que, ante la oleada de violencia que está teniendo lugar, si no te toman mediadas al respecto, pueda ocurrir una desgracia que ocasione el asesinado de un trabajador del taxi; y no hay que olvidar que las medidas hay que tomarlas antes. No cuando haya sucedido una desgracia“.
“Sin ninguna duda – apunta la sectorial del taxi de ATA – la prevención es la mejor arma para la protección del taxista. Por ello, las Administraciones Públicas deben poner en marcha ayudas permanentes y no en el calor de la tragedia, para la implantación de mamparas o cámaras de video vigilancia que ayuden a disuadir y aumentar la seguridad de este sector, y por el contrario no ayudas que vengan impulsadas en función y en el momento de los asesinatos ocurridos”