El pasado viernes 15 de noviembre el Gobierno aprobó el fin del uso de las aceiteras rellenables en España. El 23 de mayo la comisión europea retiró este plan debido a la polémica generada por la propuesta en varios países.
El Gobierno ha venido defendiendo la prohibición de las aceiteras que se puedan volver a llenar para uso en hostelería pese a que la Comisión Europea, tras analizar la posibilidad de extender esa obligatoriedad a toda la UE, la desechó.
Fue el pasado 23 de mayo cuando la Comisión Europea anunció la retirada de su plan para prohibir el uso de esos recipientes en los restaurantes europeos ante la polémica generada por la propuesta en varios países.
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, explicó entonces que presentará una nueva propuesta tras discutir con representantes de los consumidores y del sector hostelero, y que había quedado claro que la medida (que contaba con el respaldo de los países productores como España, Italia, Grecia y Portugal) “no cuenta con un apoyo amplio”, en especial entre los consumidores.
Críticas en España por el paso atrás en Europa
El Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias y de las Cooperativas Agroalimentarias europeas (Copa-Cogeca) ha tachado de “absurdo” este paso atrás del comisario. “Es totalmente absurdo que la Comisión retire esta medida sólo por razones de presión política”, ha declarado en un comunicado el secretario general de Copa-Cogeca, Pekka Pesonen. “El aumento de los costes derivados de la medida es insignificante y no es una excusa para no seguir adelante con ella”, ha añadido.
Los agricultores europeos lamentan “profundamente” la retirada de una medida “muy necesaria para mejorar el etiquetado y la calidad del aceite de oliva europeo” y que resulta “crucial” para los países productores, principalmente España, Italia, Grecia y Portugal. También defienden esta iniciativa como medio para “garantizar un producto de calidad a los consumidores”.
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