Driving Styles, una aplicación desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, alerta a los consumidores sobre sus conductas agresivas al volante a través del móvil.
Los 5.000 conductores que ya se han descargado la aplicación podrán recibir avisos en sus teléfonos móviles ante cualquier patrón de conducción agresivo, saber el gasto de combustible y los niveles de CO2 emitidos, valorar el dinero que se gastan en un trayecto y conocer las zonas urbanas que nos generan más estrés al volante.
Mediante un dispositivo Bluetooth, la aplicación Driving Styles recopila información obtenida de la unidad de control electrónica del vehículo (velocidad, consumo, revoluciones del motor, aceleración etc.), los procesa y la envía al instante vía Bluetooth al teléfono móvil del usuario. Además, en esta nueva versión, los investigadores han incorporado también el uso de bandas de frecuencia cardiaca y relojes inteligentes.
Clasificación de nuestro comportamiento al volante
Según explican Juan Carlos Cano y Carlos M. Tavares, investigadores del grupo de Redes de Computadores de la UPV, la aplicación obtiene en tiempo real los datos provenientes del vehículo. En paralelo, el smartphone procesa los datos en una red neuronal para analizar el patrón de conducción y genera una clasificación (tranquilo, normal, agresivo) y una calificación porcentual dentro de esa categoría.
“Si detecta un patrón de peligrosidad al volante los usuarios reciben una alerta sobre su modo de conducción e incluso una alarma en su móvil o reloj inteligente”, añaden Cano y Tavares. Una vez se finaliza el trayecto se pueden ver estadísticas del mismo, y enviar la traza al servidor web para su almacenamiento y análisis.
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Información detallada de nuestros trayectos
La ‘app’ Driving Styles se completa con una web en la que se puede ver cada ruta con más detalle, así como ofrecer una visión más global de cada conductor. “El usuario puede consultar toda la información sobre sus trayectos, con datos detallados como gráficas de aceleraciones, velocidades y mapas con las rutas realizadas. Se incluye también un análisis individualizado del comportamiento al volante, consumos, etc.”, apuntan Juan Carlos Cano y Carlos M. Tavares.
También permite conocer los los niveles de CO2 emitidos y el dinero que se gasta en un determinado trayecto con el coche, así como saber cuáles son las zonas de la ciudad que generan más estrés al volante. Además, la base de datos global de todos los conductores permitirá comparar estilos de conducción entre países.
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