La mayoría de los jóvenes recién titulados desean hacer uso de sus conocimientos y capacidades, independientemente de la dificultad de esta tarea, en vez de buscar un trabajo que no tenga nada que ver con el área en el que están especializados. Muchas de estas personas que han finalizado sus estudios y no encuentran empleo eligen la difícil opción de dar salida a su formación mediante actividades profesionales como el emprendimiento de un negocio. Se trata de la mejor manera de aprovechar un alto nivel de estudios, pero no siempre es una opción asequible, puesto que requiere hacer un gran esfuerzo económico que no tiene garantía de retorno.
En estos casos, siempre podemos tirar de ahorros si es que contamos con tales. Por el contrario, si no tenemos efectivo disponible, cabe la posibilidad de solicitar un préstamo como ayuda inicial al negocio. Plataformas online como Credy24 comparan los servicios de otras muchas de similares características, que brindan créditos rápidos a sus clientes para que éstos puedan utilizarlos como mejor les convenga. Muchos de ellos, los solicitan y aprovechan para cubrir necesidades económicas como imprevistos, facturas que aumentaron su cuantía inesperadamente o, simplemente, darse algún capricho como un viaje.
La mayoría de los estudiantes pueden no ver factible esta opción porque piensen que no tienen ingresos regulares para avalar el préstamo, pero éste no es un inconveniente. Este tipo de portales web evitan la burocracia ya que no requieren papeleos. Además, no piden que el solicitante tenga nómina ni avalista. De hecho, aunque el usuario del portal esté inscrito en una lista de morosos como Asnef, puede pedir el crédito deseado.
Los trámites de solicitud son muy sencillos y tan sólo necesitan de unos minutos. Además, si hacemos uso de un comparador, ahorraremos tiempo y estaremos seguros de haber elegido la mejor opción.
En primer lugar, deberemos introducir la cantidad de dinero y el plazo de devolución deseados. Entonces el comparador nos ofrecerá las distintas opciones disponibles por orden, según el que mejores condiciones tenga. En cuanto tengamos elegida la página, nos redirigirá a ésta para que podamos comenzar con el proceso. Hay que rellenar un formulario básico con nuestros datos personales y esperar para ver si nuestra petición ha sido aprobada. En caso de que así sea, el dinero será transferido a la cuenta bancaria indicada con la máxima rapidez posible, de tal manera que en unos 15 minutos habremos obtenido la financiación que necesitábamos para nuestro proyecto.
A pesar de la facilidad de estos servicios, hay que fijarse en los tipos de interés y las comisiones de cada prestamista virtual. Éstas últimas, ya sean de apertura, de cambio de condiciones, de cancelación anticipada u otras, pueden encarecer el préstamo solicitado, dependiendo de sus características.
La mayoría de estas páginas, a diferencia de las entidades bancarias, suelen ofrecer cantidades de dinero pequeñas (hasta unos 900 euros). Por tanto, es más fácil devolverlas y, en caso de que nuestro negocio no dé los resultados esperados, no habremos perdido tanto en la inversión.
