El 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, un evento que sirve para dar a conocer la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos inocuos y agradecer a los donantes un regalo que permite salvar vidas humanas.
La sangre es un recurso importante en todos los tratamientos programados y en las intervenciones urgentes. Permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales y llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Asimismo, es fundamental para tratar a los heridos durante urgencias de todo tipo (desastres naturales, accidentes, conflictos armados, etc.) y cumple una función esencial en la atención materna y perinatal.
Un servicio de transfusión que dé a los pacientes acceso a sangre y productos sanguíneos inocuos en cantidad suficiente es un componente fundamental de todo sistema de salud eficaz. Para garantizar la disponibilidad de suministros sanguíneos inocuos es necesario impulsar la coordinación nacional de los servicios de transfusión a partir de donaciones voluntarias no remuneradas. Sin embargo, en muchos países, los servicios de transfusión tienen dificultades para conseguir que el suministro de sangre sea suficiente, y garantizar al mismo tiempo su calidad e inocuidad.
La importancia de donar sangre
Cada año, millones de personas ven peligrar su vida y su salud en situaciones de urgencia. En la última década, los desastres han provocado más de 1 millón de víctimas mortales, mientras que las personas afectadas anualmente por emergencias superan los 250 millones. Los desastres naturales, como terremotos, inundaciones y tormentas, conllevan necesidades considerables de atención médica de urgencia, mientras que destruyen con frecuencia instalaciones sanitarias vitales. Los desastres de origen humano, como accidentes de tránsito y conflictos armados, generan también una mayor demanda de atención de salud y necesidades de tratamiento inmediato.
Las transfusiones sanguíneas son un componente esencial de la atención médica de urgencia. En las emergencias aumenta la demanda de transfusiones sanguíneas, que se hacen más difíciles y complejas. Un suministro adecuado de sangre durante las emergencias exige un servicio de transfusiones bien organizado, lo que solo puede garantizarse con la colaboración de toda la comunidad y con una población donante que se comprometa a hacer donaciones voluntarias no remuneradas a lo largo del año.
Así pues, la campaña de este año se centra en la donación de sangre durante las emergencias. Ante una crisis o situación de urgencia, todos solemos preguntarnos: «¿Qué puedo hacer?» «¿Cómo podría ayudar?». Por ello, la consigna de la campaña de 2017 es: «¿Qué puedes hacer?» con el siguiente mensaje secundario: «Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo».
Las transfusiones de sangre permiten salvar vidas y mejorar la salud, pero muchos pacientes que las necesitan no pueden acceder a tiempo a transfusiones seguras. La necesidad de una transfusión de sangre puede surgir en cualquier momento, en las zonas tanto urbanas como rurales. El hecho de que no haya sangre disponible para transfusión es causa de muerte y de sufrimiento para muchos pacientes.
Una base estable de donantes regulares, voluntarios y no remunerados permite garantizar un suministro fiable y suficiente de sangre no contaminada. Los donantes regulares, voluntarios y no remunerados son el grupo de donantes más seguros, puesto que son los que tienen la menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.